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Opinión: El dilema de Cathy Barriga ¿Ordenar el Municipio o continuar la fiesta eterna?

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Administrar un Municipio (como lo hace Cathy Barriga), guardando todas las proporciones del caso, tiene ciertas similitudes con la economía doméstica de una familia. Hay un presupuesto anual, que año a año arriba, proveniente desde el Fondo Común Municipal, y también dineros que se proyectan por expertos funcionarios municipales, y que son variables.

No hay forma ni ciencia, que permita a un municipio conocer, el monto exacto -por ejemplo- que recaudará en permisos de circulación. O los dineros que ingresarán por concepto de patentes municipales.

Por ello, se hacen estimaciones, en función de los ingresos de años anteriores, y las tendencias que tiene cada ítem (al alza, a la baja, o se mantiene).

Con ese dinero anual, la alcaldesa presenta ante los 10 concejales de la comuna, lo que se denomina «Presupuesto Municipal». Lo hace a fines del año anterior, y tras su aprobación, tiene que comenzar -con fecha 1 de enero del año entrante- a ejecutarlo.

Al igual que una familia, los sueldos son los ingresos fijos, y si salen trabajos extras, pueden haber variables. Entonces, las familias pagan dividendo o arriendo, luz, agua y cuentas básicas. Luego compran mercadería y si llegase a quedar algo de dinero, tal vez puedan ir al cine, o salir a comer fuera de casa.

¿Qué pasaría si el dueño o dueña de casa partieron por la diversión antes de pagar lo básico? probablemente estarían en aprietos. Algo así es lo que sucede con nuestra municipalidad.

Y es que son poco más de 514 millones de pesos, el monto que el Municipio de Maipú: administrado y liderado por Cathy Barriga Guerra, le adeuda a Núcleo Paisajismo. En una carta publicada por este diario el día 18 de septiembre, se podían leer los descargos de la empresa encargada de la mantención de las áreas verdes de la comuna. Temerosos de su futuro, ante la morosidad del Municipio, Ricardo Letelier Querci, representante legal de la compañía, pedía una reunión urgente con la máxima autoridad comunal.

Una situación preocupante, y que debe tener nerviosas a las familias de 179 trabajadores de la comuna, quienes podrían quedar cesantes, si la municipalidad no salda sus cuentas con la empresa.

Y es que las malas decisiones de un alcalde o alcaldesa, traen consecuencias en las personas. Como los miles de trabajadores a honorarios de la municipalidad, quienes en estas fiestas patrias, recibieron un aguinaldo de $25.000, cuando en otros años el monto superaba los $70.000.

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Dario Díaz del sindicato de Honorarios: denunciaron discriminación por rebaja en un 70% en aguinaldo.

Y la lista suma y sigue. Copergo, empresa que realiza mantenciones para el servicio municipal de agua potable y alcantarillado (SMAPA), demandó al municipio por varios millones de facturas impagas.

Ante la negativa de Cathy Barriga de dar explicaciones (de los últimos 5 concejos municipales, fue por un rato apenas a uno), nadie sabe hoy a ciencia cierta, cuánto es el total de dineros que se deben, ni a qué empresas, ni a qué trabajadores despedidos, por concepto de indemnización.

Si uno hace sumas rápidas, no es descabellado, pensar que pueden ser más de 20.000 millones de pesos. Una cifra nada despreciable, y que no se justifica en un municipio que dispone de más de 130.000 millones de pesos al año.

Cathy Barriga: Un municipio en aprietos económicos

Y ahí comienzan los problemas, pues a pesar de toda la deuda que tiene la Municipalidad, Barriga se niega -por ejemplo- a abstenerse de realizar una caravana con funcionarios municipales, disfrazados para el día del niño.

O no tiene problemas en gastar fondos públicos en una «covifonda». O un matinal. Todos esos actos, aunque no lo parezcan, significan gasto para un municipio que está con problemas económicos.

Pero al final de ese espiral de decisiones -desde nuestra óptica- cuestionables, hay trabajadoras y trabajadores esperando no ser despedidos a fin de año. Al final de las facturas impagas, hay maipucinas y maipucinos, encerrados en sus casas, ante una ola de delincuencia, donde nadie parece encontrar soluciones adecuadas.

Hoy el municipio estaría atravesando serios problemas económicos, y el discurso que se escucha se ampara en la emergencia del COVID-19. Y es cierto: el COVID-19 le pegó con fuerza al bolsillo de la gente, y lo recaudado por permisos de circulación o patentes, debe ser menos que años anteriores.

Pero así como se recaudó menos, también el gobierno aportó más. En el caso de Maipú, más de 2.200 millones para ayudar a la gente.

Es por ello que es urgente que la alcaldesa transparente las cifras ante los concejales y la comunidad. Creemos que es imprescindible comenzar a conocer los montos que significarán deuda a futuro.

A la vuelta de la esquina aparecen elecciones municipales, y la gente querrá escuchar los programas que cada candidato tenga para ofrecer. Y para que los programas sean ciertos, y no papel mal gastado, es menester que se conozcan las cifras de déficit que significará para Maipú, la gestión de Barriga.

Urgente es también, comenzar a ordenar la casa y bajar los gastos en áreas como publicidad y eventos. No sería bueno que este fin de año, en un país golpeado por la crisis económica que trae consigo la pandemia, se tuviera que hacer pagar a los y las trabajadoras, a través de una política de despidos agresiva, los errores de una administración que podría dejar a cientos de vecinas y vecinos sin el sustento económico cada mes.

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