Mauricio Pulgar acudió el pasado viernes a retirar la cédula de identidad de su hijo, menor de edad y diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) nivel 3, en una de las oficinas del Registro Civil ubicada en Maipú cuando, al momento de pagar por este trámite, comenzó todo un conflicto.
De acuerdo con lo que relata el vecino a La Voz de Maipú, la trabajadora que atendía en caja pasó completamente por alto el antecedente que le permitía una atención preferencial -aún cuando otro funcionario le había indicado pasar adelante de la fila-, y la mujer lo obligó a devolverse a «respetar la fila».
Cabe señalar que el niño tiene el nivel más severo de autismo, con deficiencias graves en las aptitudes de comunicación social que lo hacen totalmente dependiente para realizar cualquier tipo de trámite -como sacar el carnet-, por lo cual, además, se encuentra inscrito en el Registro nacional de Discapacidad.
«Cuando llegué por segunda vez a la caja, la funcionaria comienza a levantar la voz y a amenazarme que en la próxima renovación tengo que llevar un poder para retirar la cédula. Ahí le dije que ningún notario le entregaría este tipo de documento porque mi hijo no habla», contó el afectado.
Pulgar, que además es vocero del grupo «Autismo Severo Chile», cuenta que cuando ya fue su turno y su hijo debía tomarse las huellas, tuvo una crisis, puesto que todo el proceso está pensado para personas que no presentan este tipo de trastornos.
«No entienden que es violento para los niños, niñas y adolescentes, e incluso adultos TEA hacer este y otros trámites que impliquen poner los dedos y dejar las manos quietas por tanto rato en la máquina», señaló.
Desde ese momento, el padre relata que la funcionaria se puso más agresiva. «Ella misma me llamó por teléfono el día anterior, ella sabía que mi hijo es TEA porque sale en la nota de solicitud de renovación», agrega.
A pesar de que pidió hablar con la jefa del local, esta habría reaccionado de manera similar. «El trato de ella fue blindar a la funcionaria», menciona. «La verdad es que ya estaba colapsado, tenía a mi hijo esperándome con su mamá en el auto, no podía gastar más tiempo», sentenció.
Tras ser consultados acerca de esta situación, desde el Registro Civil señalaron que «la Dirección Regional Metropolitana se contactó con el usuario para tomar conocimiento de la situación ocurrida en la oficina de Maipú» e instruyeron a dicha oficina para que se entregue la información correcta y evitar nuevos casos como el descrito».
«Para el Registro Civil, es muy importante que no exista discriminación en la atención que realiza a sus usuarios y usuarias», agregaron.
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