Hay una frase que dice “cómo no sabía que era imposible, lo hizo”. Esa frase ejemplifica muy bien el triunfo de Christian Vittori Muñoz como alcalde de Maipú.
Los que conocemos bien la historia, sabemos que la imagen del triunfo, con Vittori y Undurraga tomados de la mano y fundidos en un abrazo en la Plaza de Maipú, puede conducir a engaños.
Hay que decirlo: Vittori ganó de puro porfiado. Comenzó en las primarias de enero de este año cuando se plantó frente al edil de Isla de Maipo: David Morales y con gran parte del aparataje municipal en contra, venció en las urnas a su camarada de partido. Morales era el candidato de Undurraga y este último, también hay que decirlo, respetó el proceso de primarias y acató la voz del electorado.
Vittori sufrió en carne propia el ir a actos oficiales y, aún siendo concejal de la comuna, no encontrarse con una silla disponible para él. Pero nadie le dijo que era imposible y entonces triunfó con 2296 votos y se impuso a Morales que alcanzó los 1590. La primera parte del desafío estaba completada ese 15 de enero de 2012.
El nuevo alcalde de Maipú daba sus primeros pasos. Algunos decían que la DC desconocería el resultado de las primarias. Fueron los mismos que le dieron vuelta la espalda a Vittori que ganó las municipales hace apenas un par de horas.
El camino estaba cimentado, pero faltaba un trecho. Debía ganar las primarias de la concertación que lo enfrentaron a Carol Bortnick del PPD y Hernán Calderón del PS. Y lo hizo: con un 59% de los votos, se convirtió de forma oficial en el candidato a alcalde de la concertación.
De ahí en más, Vittori se volcó a hacer campaña. Fue criticado y sus adversarios (muchos de ellos dentro de la misma DC), decían que lo estaba haciendo mal. Que no escuchaba a nadie. Y llegó el día domingo 28 de octubre, con la prensa nacional poniendo en duda su triunfo pues “las encuestas” mostraban a Lavín demasiado cerca. Los medios locales que saben de política, anticiparon su triunfo. Y con un 53%, Vittori, el maipucino; Vittori el inefable; Vittori el “Maradona”, tocó el cielo y cumplió un sueño de años: convertirse en alcalde de Maipú.
Hoy, cuentan algunos cercanos, el concejal de la DC se toma algunos días de vacaciones junto a su familia. Debe estar cansado y tiene, de seguro, mucho en lo cual pensar. Las próximas semanas serán de grandes decisiones. Debe conformar sus equipos y trazar los lineamientos de su gestión. Análisis preliminares dicen que deberá enfrentar la oposición en el concejo de Neme, Almendares y Ovalle, quienes son los llamados a buscarle un problema para cada solución.
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