Los profesores, personal de mantención y aseo, inspectores y enfermeras comenzaron a manifestarse y comenzaron una huelga el 19 de octubre luego de que la directiva del colegio se negara a llegar a un acuerdo por mejoras laborales. A comienzos de este mes, todos los miembros del sindicato percibieron un 40% menos de sueldo.
Con bombos y platillos a las afueras de las instalaciones del Colegio Carolina Llona de Cuevas de Maipú se encontraban hoy los miembros del Sindicato N°1. Desde el viernes 19 de octubre, piden mejoras en las condiciones laborales, sin embargo, señalan que el empleador hace oídos sordos a las solicitudes.
En concreto, el petitorio consta de 12 puntos, al que se suma un décimo tercero para negociar, el cual consiste en la recuperación de clases.
Tanto desde el profesorado como la presidenta del sindicato, Vicky Pérez, hacen énfasis en que el reajuste se acomode al aumento del costo de vida y también al reconocimiento de la antigüedad laboral. En cuanto al primer punto, piden un reajuste del 4%, mientras que para el segundo, piden aumentar los cupos de los trabajadores ad portas de jubilar.
En años anteriores, según explican los denunciantes, se había llegado a un acuerdo con la antigua mesa directiva para incluir cuatro cupos para que funcionarios que llevaran más de una o dos décadas en el establecimiento pudieran percibir el máximo de sueldos por indemnización.
Sin embargo, actualmente por ley, todas las negociaciones comienzan desde cero, por lo que el actual director optó por desconocer aquel acuerdo. Hasta hoy, se han jubilado dos funcionarios sin recibir ningún reconocimiento por parte del establecimiento educacional.
Se cerraron las puertas
Los trabajadores del lugar alegan que los directivos se cerraron en las negociaciones y que incluso fueron ellos mismos quienes incitaron la huelga. “Nos dijeron: ‘nosotros no tenemos ni un peso, entiendan que recibimos plata del Estado. Si no están de acuerdo, váyanse a huelga’”, indicó Pérez.
En este contexto, fueron ante la Inspección del Trabajo para que actuara como mediadora, sin embargo, la respuesta por parte del establecimiento fue un no rotundo, alegando que el sindicato actuó de mala fe. “Rara vez vamos a la Inspección del Trabajo a hacer denuncias, porque comprendemos que conversando se pueden llegar a acuerdos, pero se cerró el diálogo y eso nos tiene bien afligidos”, agrega Pérez.
Al mismo tiempo, comentan que la huelga se dio en medio de fin de mes, por lo que las medidas tomadas por el Colegio fueron aún más radicales. Hace una semana todos los trabajadores sindicalizados recibieron un descuento del 40% de sus sueldos, algo inédito. Una funcionaria recibió $22.000 líquidos.
Pese a que anteriormente habían existido huelgas de largos períodos, cuando llegaba el momento de la remuneración el descuento se realizaba de forma parcializada, es decir, en cuotas de tres meses. “Uno lo reciente, pero no tanto”, dicen desde el profesorado. Denuncian, también, que la directiva le bajó el perfil a la situación diciendo que, de igual forma, los trabajadores reciben el IFE universal.
¿Y los estudiantes?
«Nuestra labor fundamental son los estudiantes y esto los está perjudicando enormemente, pero tenemos que estar bien nosotros física y mentalmente, para entregar un servicio que sea bueno para todos, para el Colegio en general».
Hasta el momento los miembros del sindicato no tienen intención de deponer la toma, sin embargo, la presidenta del sindicato hace énfasis en que ellos sí están abiertos al dialogo y a llegar a acuerdos.
Cabe señalar que desde el establecimiento extendieron un comunicado no solo confirmando que las clases se mantienen suspendidas, al menos, hasta el lunes, sino también asegurando que, contrario a lo que expresan los afectados, «el colegio siempre ha estado disponible para conversar».
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