Este viernes, un reportaje de CIPER puso nuevamente sobre la mesa la problemática de la extracción de áridos en Maipú, una actividad que se ha realizado sin permisos municipales ni se ha sometido a una evaluación ambiental por más de 20 años y preocupa a los vecinos del sector donde operan las respectivas empresas dada las diversas consecuencias medioambientales, lo que incluye, además, eventuales riesgos para la salud.
Tal como se señala en la reciente investigación periodística, así como también ha revelado La Voz de Maipú en ocasiones anteriores, una de las compañías involucradas es Comercial Savisa, perteneciente al empresario Félix Santander Letelier, la misma que en plena pandemia fue descubierta operando con trabajadores sin salvoconductos y resultó multada.
Para ese entonces, la empresa sumaba varias sanciones e incluso omitió su clausura en más de una ocasión, rompiendo los sellos. De acuerdo con lo señalado en Ciper, Santander inició con el rubro de la extracción de áridos en 2007, con la constitución de Trebal Limitada y, posteriormente, las sociedades Inversiones Pacífico SpA, Comercial Savisa SpA, Áridos María Luisa SpA y Áridos Roca Santa SpA.
En concreto, se registran tres clausuras ordenadas por la municipalidad por operar sin patente (en 2008, 2015 y 2020), y solo Áridos María Luisa fue multada en 10 ocasiones entre 2013 y 2017.
Por otro lado, cerca del Liceo Reino de Dinamarca, se ha detectado la presencia de la Minera Imperial, cuyo propietario es Jorge Soto Ponce. El problema llegó a tal nivel que el inicio de clases de dicho establecimiento debió postergarse en 2023, y es que la maquinaria se instaló detrás del colegio, separados por una pandereta, generando gran cantidad de polvo en suspensión con un alto contenido de cuarzo.
En este caso, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) colaboró con un informe que confirmó la presencia del mineral (también conocido como sílice cristalina) en una cantidad 10 veces superior a la norma, lo que podría generar una reacción pulmonar que derive en complicaciones como silicosis, con daños permanentes, según reconoce el Instituto de Salud Pública (ISP).
Soto Ponce, opera en la zona desde 2001, de acuerdo con lo indicado por Ciper, cuando inició con Minera Júpiter Primera de Maipú, y posee un total de tres concesiones mineras de explotación con Imperial.
«Nosotros no teníamos tantas enfermedades. Teníamos un aire más limpio. La minera levanta mucho polvo con los camiones cuando entran y salen con tierra. En el verano los vecinos de las casas aledañas tienen mucha tos y una alergia terrible», aseguró al mencionado medio María Angélica Muga, presidenta de la Agrupación Defensa de la Quebrada de la Plata.
Tanto en el caso de Comercial Savisa como de Minera Imperial se ha detectado la extracción de áridos en volúmenes superiores a los estipulados por la normativa, logrando evadir cualquier tipo de fiscalización o evaluación de impacto ambiental. Mientras Soto rechazó referirse al asunto, Santander se defiende aludiendo a un oficio de la extinta Comisión Nacional de Medio Ambiente (Conama) emitido en noviembre de 2009 que le autorizaba a operar en el sector sin necesidad de una calificación medioambiental.
Desde la Municipalidad de Maipú, en tanto, indicaron que presentaron una nueva acción judicial contra las empresas Inversiones Pacífico, Comercial Savisa y Áridos Roca Santa por realizar extracción sin pasar por evaluación ambiental, apuntando además a los incumplimientos de decretos de clausura mediante la rotura de sellos y operar sin patente municipal. Hasta ahora, no se habrían presentado acciones ante el Tribunal Ambiental.