Es 25 de junio de 2024 y Cristian Ramírez junto a Sonia Chávez se dirigen hasta el Hospital El Carmen de Maipú por el nacimiento de B.R.C., su segundo hijo. Los controles previos, realizados en el mismo recinto asistencial, prometían que el nuevo integrante de la familia venía sin inconvenientes de salud.
En el último control que le realizaron a Sonia, el doctor manifestó que su hijo debía nacer por cesárea debido a las características físicas de la madre, y lo que pudo ser un día inolvidable se transformó, poco a poco, en una de las jornadas más tristes para la pareja.
El reloj marca las 07:00 de la mañana, y los oriundos de la villa Las Torres de Cerrillos estaban listos para dar inicio al trabajo de parto. «Durante el transcurso del día nos hicieron pasar a una sala para iniciar con el procedimiento. Unos doctores vieron que el benjita estaba bien, pero nos llamó la atención que durante todo el día iban llegando diferentes doctores a la sala», narra Cristian.
El tiempo fue pasando y la aceleración del corazón de B.R.C. comenzaba a subir. Eran las 19:00 horas y aún no se realizaba la cesárea. «Nosotros nos preguntábamos por qué se demoraban tanto. A mi mujer intentaron inducirle el parto normal durante todo el día, aún cuando sabían que la orden decía que era por cesárea», recuerda el padre.
A las 21:00 horas ocurrió algo que no se les va a olvidar a los padres. Justamente en ese momento comenzó el partido entre Chile y Argentina por la Copa América, duelo que nadie quería perderse. Cristian y Sonia cuentan con indignación que varios enfermeros y doctores del Hospital El Carmen se fueron para poder observar el encuentro deportivo, lo que atrasó aún más el procedimiento.
«De tanto que se demoraron, el B.R.C. comenzó a tener pulsaciones cada vez más bajas. Mi hijo nació finalmente a las 00:22 del 26 de junio por cesárea, lo tuvieron ahí más de 12 horas», relatan los padres.

Otro suceso que hizo dudar a los padres sobre la condición de su hijo fue la conducta de los y las profesionales de la salud. «Apenas nació, llegó una enfermera, lo sacó y se lo llevó», comenta el padre, quien ya se mostraba evidentemente molesto por la situación.
Con la excusa de que iban a vestir al recién nacido, la entrega del pequeño se demoró más de habitual. Treinta minutos más tarde, aún no llegaban con Benjamín y la madre confiesa que empezó a impacientarse.
Cristian comenta que una doctora lo separa de su mujer y le explica que al momento de sacar al niño durante la intervención «le hicieron una herida en una vena de la cabeza, lo que le provocó una hemorragia cerebral».
Los antecedentes perinatales establecieron que el menor «nació por cesárea de urgencia por monitoreo sospechoso, con extracción muy dificultosa, recién nacido encajado en el canal de parto, tracción desde canal vaginal hacia arriba, en presentación cefálica, circular simple reductible al cuello, líquido amniótico con meconio (no diagnosticado previo al parto)».
«Nace en malas condiciones, sin esfuerzo respiratorio y sin tono (…) Se hospitaliza en Neonatología para manejo. A su ingreso en UCI Neo en graves condiciones clínicas, gran aumento en volumen a nivel cefálico que deforma cara y que es asimétrico a expensas de hemicara derecha, diseca los pabellones auriculares y cuello, se extiende hasta tórax superior en los días», continúa el documento.
Las tomografías que se le realizaron al menor, los días 26 y 27 de junio en el mismo Hospital El Carmen, detallaron un «extenso Cefalohematoma y signos de HSA (sangrado entre el cerebro y las membranas que lo recubren)» y una «fractura lineal no desplazada parietal izquierda, colección extracraneana circunferencial sin cambios significativos en comparación con estudio previo, disminución de los signos HSA y Signos de edema cerebral difuso».
Seis meses hospitalizado
Desde el momento en que nació el bebé tuvo que estar conectado a un ventilador mecánico, además de recibir cuidados para tener la menor cantidad de estímulos posibles. En el sector de neonatología del recinto, ubicación especializada en el cuidado y supervisión de los recién nacidos, el menor estuvo desde su nacimiento hasta el 7 de agosto.
«Después de la hemorragia cerebral, mi hijo tuvo trombosis, tuvo problemas cardíacos, tenía que alimentarse por una manguera instalada en su nariz y una traqueotomía para que pudiera respirar», comenta Sonia.
Los meses siguientes, desde septiembre de 2024 hasta enero de 2025, el menor los pasó en la Unidad de Paciente Crítico del Hospital El Carmen, donde recibía morfina para el dolor y era monitoreado las 24 horas del día sin mostrar mejoría.
«Él no iba a poder caminar, no iba a poder hacer nada debido al daño cerebral que tenía», cuenta Cristian.

Denuncia de malos tratos y una nueva negligencia
Durante todos los meses en que el lactante estuvo en el Hospital El Carmen, la familia denunció, además, malos tratos de parte de algunos miembros del personal médico. «Párate, quiero que te pares porque tu hijo se esta muriendo» o «todos los doctores se pueden equivocar» son parte de las frases que recuerda Sonia, quien cuenta que durante su recuperación, la cantidad de medicamentos la tenía todo el día imposibilitada de realizar cualquier actividad por el mareo que sentía.
«Durante el parto y la recuperación, yo pasaba todo el día dopada y tuve que pedir el alta yo para que me dejaran ver a mi hijo», cuenta.
Recientemente, entre el 14 y el 21 de enero, nuevas complicaciones afectaron al pequeño de 6 meses. Desde el hospital, se les mencionó a los padres que el pequeño había sufrido 3 infartos, los cuales fueron notificados a la familia junto a la indicación de que «se fueran a despedir y esperarían a los familiares para desconectarlo».
Los padres cuentan que esta situación los preocupó y alertó inmediatamente, ya que en la hoja de evolución que se les entregó posteriormente, se indicaba que «madre refiere que ya no quiere reanimación ni más esfuerzos debido a que paciente ya no mantiene un estado de salud estable, madre refiere que solicitó que lo desconectaran, sin embargo, médico tratante aclara de que es no es posible debido que dicha acción se considera un delito».
Esta información, redactada en la hoja de evolución de B.R.C., indignó a Cristian y Sonia, ya que el documento mencionaba todo lo contrario a lo que ellos expresan como lo que realmente sucedió.
«Benjamín comenzó a hincharse y de su boca salía sangre. Resulta que en uno de los procedimientos anteriores, se les quedó un elemento dentro del estómago de mi hijo, lo que le ocasionó una apendicitis que después pasó a peritonitis», narran los padres.
Finalmente el 26 de enero de 2025, justo cuando B.R.C. cumplían sus 7 meses, falleció en la UPC del Hospital El Carmen producto de la peritonitis que sufrió durante sus últimos días.
Respuesta del Hospital El Carmen
La Voz de Maipú consultó al Hospital El Carmen respecto de los acontecimientos anterior narrados por la familia cerrillana y la Dirección del recinto asistencial manifestó su pesar por lo acontecido y asegurando que los «equipos clínicos se reunieron a analizar los acontecimientos que provocaron complicaciones de salud al lactante, incluyendo la revisión de protocolos y procedimientos por parte del Departamento de Calidad y Seguridad del Paciente, con el fin de evitar situaciones de riesgo para nuestros usuarios y usuarias».
De igual forma, confirmaron el inicio de «una investigación profunda, a fin de esclarecer los hechos ocurridos y tomar las medidas administrativas pertinentes».
La familia confirmó el inicio de acciones legales, lo que fue de todas formas comprendido por el Hospital El Carmen. «Sabemos que el proceso legal va a llevar unos años, pero queremos que se haga justicia con lo que le hicieron a nuestro hijo», señalaron los padres del menor.
«Entregaremos todos los antecedentes que nos sean requeridos por las autoridades competentes para atender las inquietudes de la familia durante este doloroso proceso», finaliza el comunicado del Hospital El Carmen.
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