Sin duda la sociedad chilena quedó golpeada por la crisis social, política y pandémica. Una tras otra, se sucedieron durante estos últimos años. Pasamos de tener un país con ansias de cambios profundos en la reivindicación de un Chile más justo e igualitario, a un país atemorizado por el aumento de niveles de delincuencia. Al igual que en El Salvador todo parece indicar que las personas están dispuestas a perder ciertos derechos con tal que se les garantice una seguridad individual. Nosotros creemos que Chile sigue golpeado por la insatisfacción de derechos urgentes.
El quehacer diario de las personas y sus entornos se han visto muy afectado por todos estos procesos, y como siempre, las personas que habitan los territorios históricamente marginados son las que viven la cara más triste de esta situación.
En los últimos años se ha generado una mayor precarización de los barrios, la individualización de la vida, y la pérdida cada vez más grave del tejido social. Nos cuesta hablar de comunidad, cuando pareciera que los intereses colectivos se han perdido.
Hoy ha habido un giro en el proceso constituyente, donde la ciudadanía tiene cada vez menos posibilidades de incidencia real, donde el partido que no quiere cambiar la actual Constitución es el que ganó la mayoría de los escaños, pudiendo establecer un poder de veto crítico para los procesos de cambio y transformación.
Que los Republicanos estén a la cabeza del proceso de tener una nueva constitución nos pone en alerta ante el peligro de contracción de derechos. Este escenario nubla las posibilidades de ver soluciones a la crisis que vayan de la mano de un nuevo pacto social que represente los anhelos de profundización democrática.
La democracia no consiste solo en elecciones, también es incidencia real de la ciudadanía en las decisiones, es conquista de libertades y derechos, y es asumir obligaciones colectivas que nos permitan buscar el bien común, ese Chile donde todas, todos y todes seamos respetados.
Mientras esto ocurre desde arriba, por abajo se sigue viviendo el abandono de los barrios marginados, muchos de los cuales han sido tomados por la delincuencia, el narcotráfico y el crímen organizado. Hay que vivirlo para saber qué implica esto en el día a día de una familia o una comunidad, para saber qué implica vivir en una periferia donde el Estado parece estar perdiendo la batalla y su ausencia duele.
Sabemos que este panorama político es desalentador para quienes veíamos una oportunidad democrática que podía establecer las bases para realizar cambios profundos para un Chile justo, libre e igualitario en derechos y oportunidades. Pero no deja de ser un síntoma de la desafección y deslegitimación del modelo actual, cuyo rostro más evidente es que más del 20% de la ciudadanía votó nulo o blanco en las elecciones de consejeros constitucionales, renunciando así a sumarse a cualquier proceso político que siga en adelante.
Nuestra posición es otra, perder la esperanza es un lujo que no podemos darnos, no cuando se profundiza la realidad de los dos Chiles que hemos denunciado. Vemos de esta crisis una nueva oportunidad, esta coyuntura que nos permite aprender de los errores y partir un trabajo desde lo más profundo de la sociedad, con quienes trabajan día a día para mejorar las condiciones de todos y todas, que son justamente la comunidad organizada y articulada.
Cuando el protagonismo en la política no lo tienen las personas, se daña la democracia. Por eso creemos que no podemos cambiar el país si no partimos porque la política se empape de la gente que intenta representar y gobernar. Así nace Crear Colectivo, desde los territorios, una frase que puede sonar cliché, pero que no siempre ha ido de la mano de la coherencia con la práctica, y poniendo en el centro el protagonismo de las comunidades y su capacidad para incidir en la transformación de su realidad.
Frente a esto, hacemos un llamado a la acción, como verbo fundante de una política transformadora, por lo que les invitamos a ser parte de la Jornada Barrial que se realizará en la villa Divina Providencia de Maipú, el día sábado 20 de mayo a las 16:00 horas, con un acto de recuperación barrial, que más que espacial, busca reconectar con el motivo último de vivir en comunidad, la búsqueda del bien común. Para participar solo debes inscribirte previamente en este link y asumir la responsabilidad de crear de manera colectiva.
Fundación Crear Colectivo
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