Ya desde hace un tiempo que los lotes de poder en Maipú nos vienen faltando el respeto a los maipucinos y maipucinas, y por favor no hablemos de izquierda o derecha. Acá la mediocridad no merece calificarla en términos de ideologías políticas, simplemente son club de «amiguis» en busca de conservar o recuperar las pegas del municipio.
Por un lado, tenemos la pyme formada por el grupo Lavín que posiciono a casi toda la familia en el poder siendo permitido por los lotes locales, que ni siquiera propusieron a su verdadero líder político, su concejal Almendares, quien terminó penosamente subyugado a este grupo perdiendo toda credibilidad y faltándole el respeto a líderes emergentes de ese sector y vecinos y vecinas que en su derecho están de sentirse cercanos a esas ideas pero que también se les manosea y se le presentan alternativas faranduleras y que ni siquiera viven en la comuna.
Por el otro, la vieja y desgastada «concertación» que ha ido mutando de nombre, agregando y sacando aliados, pero que en Maipú sigue siendo lo mismo, un lote tomado por clientelas de caudillos, que han ido cambiando de rostro, ya sea por edad o por traiciones, pero que hoy nos tiene nuevamente con una candidatura cuestionada por probidad.
Nueva falta de respeto para los maipucinos y maipucinas que nos sentimos ligados a la centro izquierda y que otra vez se nos presentan caudillos que solo a ellos les convienen, sin preocuparse de lo más importante para ejercer un cargo público: la ética.
Ya nos pusieron en ese dilema hace cuatro años atrás apoyando al candidato imputado Vittori, quien fue además por fuera de la designación oficial.
Hoy lograron que sus cúpulas partidarias designaran a su candidata, que dicho sea de paso, fue la mano derecha de Vittori, destituida de su puesto con prohibición de ejercer cargos públicos por cinco años y que solo por un vacío en la ley puede ser candidata.
Por lo que nos encontramos con la desesperada operación política de ese lote de maquillar el dictamen, confirmado por contraloría, corte de apelaciones, corte suprema (bueno, aún pueden ir a reclamar a la FIFA si quieren), con que es parte de la persecución de la actual alcaldesa.
Nueva falta de respeto. Falta de respeto a aquellas personas honestas que trabajan en el Municipio a honorarios y que por una desprotección laboral, la señora Barriga despidió a diestra y siniestra. En todos los casos se hizo justicia y el municipio debió pagar las indemnizaciones correspondientes.
Distinto es el caso de la señora candidata DC, quien fue sumariada y en dicha investigación, se encontró dolo en las horas extras, no aquellas que son usadas para «compensar» un bajo sueldo, aquellas miles de horas que hacen sospechar su destino.
Finalmente, y a la luz de los hechos, tenemos que elegir entre cinco candidatos. Dos candidaturas de los lotes de poder que les describí.
En lo personal apuesto por lo local y por una persona de ese mundo siempre tan manoseado por estos lotes que los utilizan y se acuerdan solo para las elecciones, pero que finalmente son los y las que hacen realmente la pega cada día del año.
Apuesto por una dirigente social, una mujer, que no le tienen que contar lo que sucede en Maipú, porque es de Maipú, Viviana Delgado, para romper por fin este esquema tan tóxico. Usted haga el análisis y elija, solo le pido que hagamos respetar Maipú y digamos NO MÁS DE LO MISMO.
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