Paula Huenchumil Labraña es una artista textil y vecina de la comuna, y estudió Licenciatura en Arte en la Universidad de Chile. En un principio, no conocía mucho del área textil en las artes, solamente transitaba en la pintura desde adolescente, según relata.
«Mi conocimiento artístico era muy limitado porque nunca conocí más allá de la pintura y la escultura cuando era adolescente», indica Paula.

«El arte nunca fue parte de lo que se hablaba en la casa, entonces era toda una cosa muy extraña lo que estaba pasando conmigo, que yo quería ser artista», agrega.
Ya estando en la Universidad de Chile, se resolvió el conflicto que provocaba en su familia el deseo de Paula de estudiar arte y ser artista. «Después, estando en la universidad, me di cuenta de que había un montón de otras aristas artísticas, y me metí a un electivo de textil», indica.
Paula empezó a descubrir el mundo de los hilos. Comenzó a experimentar bordando pequeñas florcitas en bolsas de té usadas. Luego, estando en la mención textil de su carrera, fue desarrollando distintas técnicas que le enseñaban sus profesores. Así se dio cuenta de que le gustaba más hacer esto que otra rama artística.
«Cuando teníamos que salir de la carrera y hacer el examen de grado, me decidí a hacer pequeños mini bordados de reproducciones fotográficas de mi familia, pero muy experimental, sin técnica», comenta Paula.

Su examen de grado «resultó bastante bueno, a pesar de que era un bordado muy primigenio, muy desordenado», de acuerdo con lo que señala la vecina.
Y así es como empezó todo. Aunque al salir de la universidad Paula se encontró con una incertidumbre sobre qué hacer en cuanto a trabajar de lo que le enseñó su carrera. «En la universidad tampoco te hablan de eso, nunca, en realidad no te enseñar cómo vivir del arte sino que te enseñan a hacer nomás», indica.
El punto de partida
«Yo estaba pasando por un momento muy triste, dejé el arte», recuerda Paula. Pero algo pasó en Chile cuando se encontraba perdida: el Estallido Social.
«Agarré los mismos materiales que ocupé para mi examen y empecé a bordar imágenes de las que salían virales del Estallido, de la gente, de las manifestaciones». Así es como se le presenta un nuevo comienzo que impulsa su carrera, la cual no se ha detenido hasta hoy.
Así comenzó a compartir registros de sus bordados inspirados por el contexto político y social de Chile. «Me resultó la cuestión y pude dedicarme al arte», dice alegremente Paula.
«Me dio ese impulso para poder sacar fuera de mi boca, decir cosas a través de los bordados y poder exponerlas a otras personas. Quizás otras personas se podrían sentir identificadas por eso», indica Paula, explicando que nunca antes ella había manifestado de alguna forma pública su sentir y pensar político, respecto al contexto social de Chile.
Hasta los tiempos de pandemia, Paula continuó dedicándose al bordado político – social. Así es como a través de Instagram se fue haciendo conocida con sus trabajos, hasta que pudo exponer estas piezas que desarrolló entre 2019 y 2022, aproximadamente, en galerías de arte y centros culturales.

Su primera exposición se llevó a cabo en la Galería Artespacio de Vitacura, en donde llevó sus piezas referentes al Estallido Social. Paula quedó sorprendida al enterarse de que fue aceptada en aquella instancia, ya que sus obras eran muy políticas, y de política de izquierda, lo que creía que podía chocar con las líneas de una galería del barrio alto.
«Fue un éxito, y yo estaba demasiado en shock porque era un mundo totalmente distinto al mundo que yo estoy acostumbrada, como en Maipú», indica al respecto.
En esta primera instancia de exposición, indica que «enfrentarme a eso igual fue un desafío para mí porque no me siento cómoda con ese círculo de gente», reflexionando también que «el mundo del arte igual es súper pequeño, es muy elitista».
Luego, fue exponiendo en círculos más populares, como por ejemplo en el Centro Cultural de Huechuraba, en donde, al ver su trabajo, le ofrecieron impartir clases de arte para niños, niñas y adolescentes de la población La Pincoya, lo cual realiza hasta el día de hoy.
En cuanto a las clases con los niños, se dedican más que nada a la pintura, pero «de a poquito les he metido el arte textil, hasta que por fin este año voy a tener mi semestre de arte textil con ellos y eso me tiene muy contenta», indica la joven.
«He ido exponiendo en varios lugares y eso es lo que me ha gustado igual, ver los distintos lugares en que ha estado mi trabajo circulando, ha sido muy variado (…) Por primera vez salí de Santiago y eso igual se sintió bien», comenta Paula sobre la instancia que le ofreció de exponer en Valparaíso.
Paula también ha tenido la oportunidad de exponer en el extranjero en dos instancias durante el 2024, en Australia y en Ecuador. «Igual es una cosa muy gratificante para una exponer en otra parte y que otras personas hablen de tu trabajo», indica.
Asimismo, Paula destaca la exposición de sus bordados en el Teatro Municipal de Maipú el pasado 2024. La colección de bordados «Más allá de mi ventana«, reúne distintas piezas que retratan el paisaje de Maipú y Santiago.
«Como soy maipucina y mi paisaje siempre ha sido el mismo, tuve como 4 o 5 piezas que era Maipú (…), por fin la obra de Maipú está en Maipú».

3 órganos al hilo
«Señorita Paula Huenchumil, necesitamos sus datos porque el lunes está invitada al desayuno con el presidente por el tema de la campaña», es lo que escuchó Paula por una llamada telefónica desde La Moneda.
El Ministerio de Salud le había encargado 3 piezas de bordado para la campaña «Gracias a la vida y a las y los donantes que dan vida», en fomento a la donación de órganos. Estas piezas consistían de un riñón, un corazón y un par de pulmones.
«Así que estuve ahí sentada po’, tomando desayuno», dice, refiriéndose a la instancia que contó con la asistencia del Presidente Gabriel Boric, la ministra Camila Vallejo, y la Ministra de Salud Ximena Aguilera.

Estos tres bordados fueron animados en video y las fotografías de estos se vieron en diferentes espacios públicos a lo largo de Chile.
Luego de darse por terminada la pandemia, quiso recurrir a una visión más estética, más colorida y más alegre. «Después de haber sacado todo, como casi vomitado todo mi pensamiento social y político, después de mucho tiempo, empecé a desarrollar esas necesidades estéticas, del color, de la forma, de la perspectiva».
«Empecé a trabajar cosas más arquitectónicas, hasta el día de hoy sigo trabajando harto la arquitectura y todas esas cosas más técnicas que tanto del concepto más pesado que sería lo social y lo político», relata.

«Ahora estoy entrando en otra etapa, que es como más introspectivo», comenta Paula, explicando sus intenciones de conectar más con las raíces de su familia, teniendo apellido mapuche.
Actualmente, Paula indica tener ganas de bordar respecto a «temas más étnicos propios de mi apellido y todo ese bagaje de atrás que viene de mi familia o cosas étnicas también de nuestro país», destacando, además, que el arte textil es muy propio de Latinoamérica.
Recientemente, llevó a cabo la realización de un bordado inspirado en la pintura con técnica «fresco1» de Pedro Subercaseux, llamada «El Joven Lautaro».
Una pieza bordada que alcanza casi 1 metro de largo y poco más de 30 cm de ancho, la cual Paula tardó 5 meses en completar. Sin embargo, indica que debe ser su obra favorita hasta el momento.
Este encargo «tenía mucha concordancia con mi familia, entonces creo que ese fue el más significativo», de los que ha realizado Paula.
A día de hoy, Paula continúa impartiendo clases de arte, afinando su técnica y uniendo hilo tras hilo para crear sus obras, desde su hogar en el Barrio Los Héroes de Maipú.

- Pintura realizada sobre cal. ↩︎
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