Primera edición de Cien años de soledad
Hace pocos días, los libros, la lectura y la literatura estuvieron de fiesta. El pasado 23 de abril se celebró el Día Internacional del Libro. Ahora se nos presenta, como una continuación de ese evento, la oportunidad de recordar una nueva fecha importante en la historia de la creación literaria.
Hace 55 años, en mayo de 1967, se imprimió la primera edición de la novela Cien años de soledad, escrita por Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, cariñosamente llamado “Gabo”. El libro, que salió a la venta en junio de ese año, es una de las obras maestras de la literatura hispanoamericana y universal y uno de las más traducidos y leídos en el mundo.
Las cuatro ediciones que tuvo en los seis primeros meses evidenció el entusiasmo y admiración que provocó esta novela. 25.000 ejemplares fueron publicados por la Editorial Sudamericana, en Buenos Aires, Argentina, en ese periodo. Desde ese año, hasta hoy, millones de ejemplares, en más de 100 ediciones, se han puesto a disposición de los lectores.
Cien años de Soledad: Una novela total
“Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”. Así empieza, casi cinematográficamente, esta obra que narra la historia de siete generaciones de la familia iniciada por José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán. Estos, junto a otras jóvenes parejas, fundan Macondo, en plena selva caribeña, y crean un espacio donde la existencia humana recién entraba. “El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo”.
Desde esa primera edición, la novela cautivó a los lectores de toda América Latina y del mundo, con sus personajes estrafalarios, lugares exuberantes y situaciones inauditas. Gitanos con extraños inventos, guerras civiles interminables, lluvias inagotables y aleteos de cientos de mariposas amarillas, integran, entre otros elementos, el mundo que acompañará la historia de los Buendía y de Macondo, hasta su deterioro final.
Esa gran cantidad de personajes, situaciones, espacios y aventuras configura lo que Mario Vargas Llosa llama una “novela total”. Y es, precisamente, esta “totalidad” la que permite que cada lector, desde su propia experiencia, entienda, interprete y disfrute esta creación. Con toda seguridad, esta una de las claves importantes del éxito de Cien años de soledad.
La novela como memoria histórica
Sin embargo, la amplitud del mundo narrativo, expresado a través del realismo mágico, no es obstáculo para que se desarrollen temas que trasciendan las subjetividades. La historia de Macondo es una imagen de gran parte de la historia latinoamericana, donde están presentes golpes de estado, matanzas, pobreza y migraciones, entre otros temas.
Dentro de esta imagen del acontecer de los países de Latinoamérica, la manipulación de la historiografía oficial es uno de los temas reconocibles en la novela. La crónica de los sucesos ocurridos en Macondo incorpora la desconfianza hacia los historiadores y medios de comunicación que exaltan el militarismo y distorsionan la memoria histórica. El ejemplo más evidente de esta manipulación es el episodio donde se relata la huelga y exterminio de los obreros de la empresa bananera extranjera asentada en el pueblo. La información de los hechos es adulterada y se impone la versión oficial:
“ La versión oficial, mil veces repetida y machacada en todo el país por cuanto medio de divulgación encontró el gobierno a su alcance, terminó por imponerse: no hubo muertos, los trabajadores satisfechos habían vuelto con sus familias, y la compañía bananera suspendía actividades mientras pasaba la lluvia. (…) ‘Seguro que fue un sueño’, insistían los oficiales. ‘En Macondo no ha pasado nada, ni está pasando ni pasará nunca. Este es un pueblo feliz’ ”.
Así, la novela de García Márquez, se transforma en un lugar de memoria. Pone en evidencia la identidad y la historia de un pueblo que la historiografía oficial reprime y anula.
55 años después
Somos muchos los que hemos leído y disfrutado esta creación literaria más de una vez. La gran cantidad de ediciones ha permitido acceder a esta obra y a otras creadas por Gabo. Desde el primer momento, como ya se dijo, cautivó a los lectores de toda América Latina y del mundo y suscitó una gran cantidad de estudios.
Gabriel García Márquez, colombiano, murió en 2014 y sus cenizas están en Cartagena de Indias, Colombia. Sin embargo, sigue vivo a través de sus creaciones, especialmente en Cien años de soledad, que hoyrecordamos y festejamos sus 55 años de existencia literaria.
Ojalá celebremos esta fecha leyendo esta u otra de sus novelas o algunos de sus cuentos. … Se sorprenderán.
Ilustración de portada por Luisa Rivera
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