Esta semana, los estudiantes entraron de lleno al año escolar a lo largo de todo el país, lo que no solo ha generado las discusiones de siempre como el aumento del flujo vehicular en las mañanas o todo lo que implica el regreso a clases, sino también se ha elevado el debate en torno al regreso de la selección por mérito en los establecimientos.
De acuerdo con lo señalado en la última Encuesta Cadem, en el ítem de educación, un 37% de las personas consultadas considera que la calidad educativa en Chile es mala o muy mala, en tanto un 50% la califica como regular y un 13% la evalúa como buena, y en relación a la selección, un 63% está de acuerdo con que los colegios puedan seleccionar a sus alumnos.
En este contexto, nos dirigimos al Liceo Nacional de Maipú para conversar sobre esta situación y más con Carlos Fernández, director del establecimiento, quien lleva más de 20 años en el cargo y ha sido reconocido en varias oportunidades no solo por su vocación, sino también por el buen desempeño que ha tenido el liceo en la comuna.
¿Cómo vio el inicio de las clases 2024?
Ayer comenzaron y los 1.400 estudiantes estuvieron impecables, muy atentos, muy respetuosos. Iniciamos el año con un discurso de bienvenida con un sello social y también con el sello que el liceo tiene.
¿Qué se viene este año? ¿Hay algún desafío en particular?
Para el Liceo Nacional de Maipú se viene una reingeniería en torno a la forma de enseñanza, especialmente por las características de la población que ingresa producto del Sistema de Admisión Escolar. Esta modalidad ha traído mayor diversidad de estudiantes en base a sus competencias, razón por la cual es necesario que el liceo diversifique sus formas para poder llegar a todos en igualdad de condiciones, pero fundamentalmente en torno a la forma de cómo ellos puedan entender de mejor manera las materias sin que sea solamente una línea pedagógica que deja mucho fuera y solamente entienden unos pocos.
¿Y qué le parece la selección de alumnos en los colegios?
Bajo ninguna circunstancia las elecciones son buenas ¿por qué? porque al final siempre van a ver situaciones de discriminación, pero en este caso, lo que hace la selección es simplemente capturar la necesidad de las familias de escasos recursos y más vulnerables para que su hijo pueda desarrollar sus competencias en los niveles más elevados y no quede truncado en un sistema público que no desarrolla su competencia.
Yo creo que los sistemas públicos que seleccionan no seleccionan por tener una cifra en el ranking, sino que lo hacen como espacio virtuoso para aquellos que quieren salir adelante, aquellos que tienen talento y que quieren estudiar o ser profesionales, pero que no tienen las lucas para poder pagar un lugar donde efectivamente encuentras la respuesta a sus intereses académicos y sociales. Los colegios emblemáticos o aquellos que seleccionan, no lo hacen solamente con la firme convicción de obtener buenos resultados, eso te lo dice gente que sabe muy poco de educación.
Para nosotros como Liceo Nacional es fundamenta, que se entienda que la selección no es lo mejor para un país, pero dada las circunstancias, no podemos bajar a los que están arriba, sino que tenemos que ver cómo subimos los niveles de aquellos que están mal.
Muchas figuras políticas creen que se recuperará el sitial de los colegios emblemáticos con el retorno de las selección, ¿comparte esto?
Yo creo que los colegios emblemáticos son mucho más que una selección. Ahí hay un equipo de profesionales que trata de entregar lo mejor posible a esos estudiantes, porque resulta que el sistema público chileno hoy día no está en condiciones de entregar calidad educativa en el 100% de los colegios.
El sistema público lo que hizo fue castigar a los colegios que acogían a aquellos alumnos que no tenían Lucas. Yo creo que aquí el ojo se ha puesto malamente en los colegios que seleccionan y tenían buenos resultados y no en aquellos colegios que tienen malos resultados. Porque a ellos les deben generar mejores condiciones no tan solo académicas, sino en infraestructura, implementación formación de profesores, etc.
¿Y en el caso del Liceo Nacional?
A nosotros nos refleja mucho el mensaje que una vez me entregó un profesor finlandés que me dijo: “Usted no sale a la calle a buscar a los alumnos, usted no los obliga a ir a su colegio, la gente de manera libre opta por su colegio. Las razones por las cuales optan son las diferencias que hay entre su liceo y otros, por lo tanto cuando la gente opta por su liceo, ellos están eligiendo, no usted” , y creo que eso es un poco la radiografía que nos identifica a nosotros. Nosotros sabemos que si no existiesen esas necesidades, los colegios que seleccionan no existirían.
Para que la gente sepa, prácticamente no seleccionamos, la prueba siempre fue un argumento para hacer entender a las personas que cuando ingresan a este liceo, tenían que venir a estudiar. Nosotros, de todas las poblaciones estudiantes que seleccionamos, fue un 20%, pero había un 80% de estudiantes que ingresaban, o sea, yo te digo acá, el Liceo de una u otra forma prácticamente nunca seleccionó, por eso hoy mantiene los resultados.
¿Qué le parece el sistema educativo actual en Chile?
Si nosotros analizamos las políticas educativas de los diferentes gobiernos, no han sido las mejores respuestas para la necesidad que el país requiere. Primero, porque la reforma de la jornada completa fue tomada de España y Portugal, que son los peores países evaluados en la prueba PISA (Programme for International Student Assessment) o sea, nos guíamos por el peor evaluado.
Lo segundo, tiene que ver con que la política educativa en Chile adolece de ser pertinente en la contingencia o al contexto, porque en gran medida estamos siempre copiando. Aquí se rinde culto a Finlandia y está bien, pero los finlandeses tienen una historia educativa que se sostiene con los procesos que ellos han ido evolucionando para obtener lo que hoy día excelentemente tienen.
Entonces, en Chile van a tratar de instalarla a la fuerza. Tú no puedes colocar la mejor iniciativa finlandesa, porque esa iniciativa tuvo todo un proceso.
Otro problema son todos los centros de formación de profesores, o sea, si nosotros formamos buenos profesores, vamos a tener buenos estudiantes, con buenos niveles y todo ese tema, pero no se ha intervenido. No puede ser que hoy día la universidad no estén formando en manejo de conflictos, el manejo de emociones, convivencia escolar, que no se sepan elaborar pruebas que respondan a los instrumentos como el Simce o la PAES.
Nosotros vemos que la universidad saca a un estudiante que después lo critican por el nivel de preparación con el cual egresan, o sea, la misma universidad crítica el nivel de ingreso de los estudiantes y resulta que ingresaron de su propia casa de estudio.
¿A qué se debe esa falta de planificación e intento de copiar otros modelos?
Porque muchos de los políticos que hablan de educación pública por la tele, son personas que nunca fueron ni se formaron en colegios públicos, no tienen ni a sus hijos ni a sus nietos ni a nadie en el sistema público y un poco más que se rasgan vestiduras por el sistema público.
La educación no debe responder a los intereses mezquinos de instituciones, organizaciones o partidos políticos que buscan que la reforma responda a lo que ellos puedan sacar de esta. Yo creo que la reforma educativa tiene que ser primero una política de Estado, lo que significa que participen de su elaboración personas que no respondan al 100% a una ideología política.
¿Ve un mejor panorama con la actual administración o en un futuro?
Yo creo que la educación pública va en caída libre y tiene que ver con que hay intereses de que el sistema público vaya desapareciendo. Es necesario, de una vez por todas, que se salve la educación pública, no por ser pública, sino por salvar a las personas más vulnerables que están dentro del sistema público. Detrás de cada colegio público, hay muchas familias que tienen como única herramienta para desarrollarse al sistema público.
¿Cómo evaluaría el trabajo del ministro Nicolás Cataldo?
Yo creo que al ministro Catardo le ha tocado difícil porque ha estado pagando incendios. Lo que nosotros necesitamos en Chile es que los políticos se alineen con el país y no con sus intereses ideológicos. Yo creo que todos los modelos son de proceso y tienen que entender que no pueden castigar a aquellos que están bien y bajarlos, como decía todo denante, sino que lo que tenemos que ver es que como todos van subiendo, porque eso es lo que buscamos.
Cataldo es una persona que tiene mucha conciencia social, pero necesita más apoyo, encuentro que está muy solo. Me encantaría que el ministro llame a un gran frente de aliados para defender la educación pública, pero que aporte desinteresadamente sin tener un fin de conveniencia.
Deja una respuesta