Ayer por la tarde se desarrolló la segunda Participación Ambiental Ciudadana en el marco del proyecto de la «Planta de Tratamiento de Aguas Servidas Santa María» en La Farfana.
El evento se llevó a cabo a las 19:00 horas en el Liceo Bicentenario de Niñas y asistieron al rededor de 130 personas, llegando al límite de aforo permitido por la crisis sanitaria.
Además de la Coordinadora La Farfana y de los mismos vecinos del sector, asistieron funcionarios de la municipalidad de Maipú, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y dos representantes de la empresa Aguas Santiago Norte S.A., encargada de este proyecto de aguas servidas.
Antes de la jornada de participación ambiental, se organizó una marcha a modo de manifestación para llegar al liceo. Entre pancartas y distintos gritos, los maipucinos expresaban su rechazo al avance de este proyecto por las negativas consecuencias que traería para el barrio, principalmente olores fuertes y molestos.
En el encuentro, la empresa presentó a los asistentes en qué consistía el proyecto a través de diferentes diapositivas en que explicaban que estaba todo en regla, el plano de la construcción, la eventual ubicación de esta posible planta, entre otras cosas.
En distintas instancias, los asistentes interrumpían la presentación para hacer preguntas o intervenir con su punto de vista, siendo tajantes en que rechazaban totalmente la idea de esta construcción. Muchas de las preguntas que les hicieron a los representantes de la empresa no pudieron ser respondidas o fueron ignoradas.
En una ocasión, por ejemplo, un vecino interpeló a uno de los presentadores preguntándole dónde vivía y si es que él estaría dispuesto a vivir por el sector. El presentador no quiso responder, diciendo que esa pregunta no iba al caso. Luego, otro vecino alegó diciendo que el valor de su casa había bajado por la idea de este proyecto, y que quién se haría responsable de esa baja en el avalúo de su propiedad. Tampoco recibió respuestas.
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Patricio Pinochet, vocero de la Coordinadora La Farfana, cree que a pesar de todo fue una buena reunión. «Podemos decir que fue un éxito. Si bien hubo algunos vecinos que no querían dejar hablar a los que estaban presentando el proyecto, al final los dejaron hacerlo».
El vocero cree que «la ciudadanía tiene que entender que hay que saber del proyecto para después poder hacer valer nuestra voz con argumentos técnicos solidos«. Si bien él no pudo asistir, piensa que son instancias valorables y que hay que saber aprovechar. Esta Participación Ambiental Ciudadana «no es en vano, pero estos procesos son así, lentos».
Sin embargo, hay vecinos y vecinas que no están organizados oficialmente pero que de todas formas asistieron a la participación ambiental y creen lo contrario. No sienten que estas consultas vayan a dar un resultado concreto, y creen que es más bien una pantalla para dejarlos tranquilos.
Cindy Pizarro es una de ellas, y si bien su intención es la misma de la Coordinadora La Farfana para frenar el proyecto, no comparte la percepción del encuentro. «La gente estaba muy molesta entonces no dejaban hablar al chico del SEA ni a los representantes de la empresa». Y es que sienten desconfianza al saber que el proyecto ya se había presentado sin consultarle a la ciudadanía, por lo que «estas consultas ciudadanas parecen ser en vano«, destacó Cindy.
En cuanto a las interrupciones al SEA, la vecina asegura que «se le preguntaba por qué no hicieron nada antes, cuando recién se publicó que se haría este proyecto, nadie entiende eso».
Y es que, hay varias cosas que los vecinos y vecinas afectadas con la situación aún buscan entender. «¿Por qué la construcción de este proyecto inmobiliario va acompañado con una planta sanitaria? Siendo que al lado está supuestamente la planta más grande de Sudamérica, ¿Acaso la construcción de esta nueva planta oculta algo más?«, expuso Cindy Pizarro.
«Le preguntamos al del SEA quién tomaba la decisión final sobre la construcción, y nos dijo que la Seremi y el delegado presidencial, entonces fregamos, porque no tenemos confianza en esas autoridades si ya han autorizado estos proyectos en ocasiones parecidas«, señaló la vecina.
Y es que una situación igual se vivió anteriormente en Batuco, donde los vecinos estaban en contra de la construcción de una planta de aguas servidas pero el proyecto siguió de todas formas.
Cindy admite que algunos vecinos estaban exaltados pero entiende la preocupación. A los representantes de la empresa en cuestión «les hicieron muchas preguntas medias pesadas pero porque hay muchas cosas que no entendemos. Además ellos tratan de presentar todo como que es bonito y no nos afecta, empezaron a decir que el proyecto se iba a construir a tantos kilómetros de La Farfana, y cuando les preguntábamos que dónde sería exactamente no querían responder«, cuenta.
Finalmente, y después de mucha insistencia «les preguntaron que a cuánta distancia iba a estar del liceo en el que estábamos haciendo la reunión y nos dijeron que a 800 metros«. O sea, casi encima de las viviendas y el colegio.
Fue un encuentro agitado, de hecho muchos asistentes se fueron antes de que se acabara la jornada de Participación Ambiental Ciudadana. «Al final igual los dejaron hablar y presentar (a los de la empresa) porque entendimos que era importante saber del proyecto para poder refutarlo» explica Cindy. Sin embargo, se quedó con la sensación de que «son reuniones en vano», aunque espera estar equivocada y poder efectivamente frenar el proyecto.
Otra inquietud que le quedó a Cindy fue que en ningún momento pudieron escribir en un papel sus opiniones o argumentos en contra de la planta, como les habían dicho que sería. «No están entregando bien la información, la entregan a medias», afirmó.
En total, son cuatro consultas de Participación Ambiental Ciudadana. Ya se han realizado dos, y para las dos restantes los vecinos esperan poder hacer valer su voz y que no sea una mera pantalla para dejarlos tranquilos.
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