Junto al alcalde Herman Silva, por allá a principios de la década del 90, es que los taxis colectivos de Maipú se comenzaron a regir por el decreto N°212 del Reglamento de los Servicios Nacionales de Transporte Público de Pasajeros.
En la comuna se puede incluso ir más atrás para encontrar sus orígenes, pero lo cierto es que aquel período donde el taxi colectivo vivía sus años dorados han quedado atrás. Hoy viven un abandono y desprestigio generalizado en Maipú, donde parece que este rubro, tan tradicional, no tiene espacio.
La situación en la que se encuentran en la actualidad, frente al gobierno local y a las entidades ministeriales, ha propiciado un desorden estructural y de ejecución, donde la informalidad y la brutal competencia siguen mermando la capacidad de hacer rentable el oficio.
“El pasado 15 de agosto de 2023 (fecha en que se celebra el día del colectivero en Maipú) se realizó una celebración en el Templo Votivo. Ahí, el alcalde me dijo que estaba dispuesto a realizar una mesa de trabajo con todas las gremiales y los representantes para solucionar los problemas que tenemos, aún estoy esperando”, menciona Víctor Caro, presidente de la gremial El Conquistador AG de taxis colectivos.
Estallido de desorden e ilegalidad
Si hay que encontrar una fecha clave en la que empezaron los problemas, se podría mencionar al estallido social del 18 de octubre de 2019.
En voz de los propios conductores, presidentes de paraderos, representantes de líneas y líderes de los colectiveros, se puede establecer que desde hace 5 años que el desorden se ha incrementado y que han aparecido más complicaciones que nunca.
“Después del estallido social, lamentablemente esta pega se vino abajo. Ante el aumento de competencia, los colectiveros se desesperaron por tomar pasajeros, lo que sumado a la poca fiscalización que hay y a la ruta flexible que existe en Maipú, desordenó todo”, comentan colectiveros.
Y es que son tres las problemáticas principales que son evidenciadas por los colectiveros: Primero, la falta de orden y fiscalización en las calles; segundo, una competencia desleal y tercero, falta de ordenamiento interno.
“Taxis piratas”
La primera problemática que presentan se fundamenta principalmente en la cantidad de taxis colectivos que transitan las calles de Maipú. En la actualidad, son 7 paraderos que cuentan con colectivos formales, los cuales se han visto amenazados por nuevos vehículos que realizan su misma labor, pero de forma ilícita.
Los denominados “taxis piratas”, son el gran dolor de cabeza de la profesión y los afectados mencionan que las autoridades no se han responsabilizado en su formalización.
“Hay algunos temas en Maipú. El primero tiene que ver con la informalidad, que se ha producido por la falta de control de parte del Ministerio de Transporte y las entidades fiscalizadoras como Carabineros y los inspectores municipales”, señala Eduardo Castillo, presidente de la Confederación de Taxis Colectivos y Transporte Menor de Chile (CONTTRAMEN).
Pero la fiscalización de este tipo de transporte se topa con algunas dificultades. La que más complica la labor de los inspectores es la actual “ruta flexible” que rige en Maipú.
La comuna es la única de la Región Metropolitana, y de las pocas a nivel nacional, que no tiene recorridos definidos para sus vehículos, los cuales tienen libertad de acción para transitar por la comuna.
“Hoy lamentablemente hay un problema, que en algún momento era muy beneficioso, que es el tema de la flexibilidad que tienen los taxis colectivos sin recorridos fijos, que hace más compleja su fiscalización”, menciona Eduardo, quien es apoyado por el Presidente de la Confederación Nacional de Taxis Colectivos de Chile (CONATACOCH), Héctor Sandoval. “Cuando hay rutas definidas y uno identifica un auto que no pertenece, es más fácil pedir fiscalización”, agregan.
Pero el intervenir en el ordenamiento actual podría no ser visto con buenos ojos por algunos conductores, quienes señalan que “la ruta flexible forma parte de la idiosincrasia de Maipú y, más encima, representan a dirigentes emblemáticos que lucharon en su momento por algo muy bueno”.
Los “taxis piratas” cuentan con una serie de características que pueden ser identificadas por los usuarios, ya que estos también corren riesgos al subirse a uno de estos vehículos.
Según lo que establece el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones en el Reglamento de los Servicios Nacionales de Transporte Público de Pasajeros, los vehículos deben cumplir con una serie de requisitos.
“La inscripción en el Registro Nacional será requisito para la prestación de servicios de transporte público de pasajeros, cualquiera sea la modalidad de estos. En los vehículos con que se presten estos servicios deberá portarse el correspondiente certificado de inscripción en el Registro”, señala el dictamen.
“Antecedentes relativos a los vehículos: a) certificado de Inscripción o de Anotaciones Vigentes en el Registro de Vehículos Motorizados, otorgado por el Servicio de Registro Civil e Identificación. b) fotocopia del Certificado de Revisión Técnica, vigente; y c) copia del permiso de circulación vigente. Dicho antecedente deberá ser actualizado anualmente, entregándolo dentro del mes siguiente a la obtención del referido permiso, ya sea que se haya pagado en una o dos cuotas, o según se establezca en la normativa aplicable”, continúa el documento.
Es necesario mencionar que, por ley, todos los taxis colectivos deben cumplir con estos documentos, además el usuario puede fijarse en los siguientes requisitos que mostrarán la veracidad de un vehículo legal: 1)El vehículo es de color negro 2) tiene un logo licitado en el parabrisas 3) cuenta con patente amarilla (salvo que esté en proceso de renovación, en ese caso será blanca) 4) número de recorrido en el letrero que está en el techo, que en Maipú son desde el 6 mil en adelante. Al fijarse en eso, el usuario va a poder estar más seguro y podrá denunciar con la línea y empresa correspondiente en cualquier caso.
Con estas medidas cautelares, además de la fiscalización que se solicita al Ministerio de Transporte y la Municipalidad de Maipú, se espera que la informalidad sea erradicada de las calles de la comuna.
“Nosotros estamos dispuestos a formalizar a aquellos que quieran ser parte del sistema de taxis colectivos, pero tiene que estar la voluntad de formalizarse”, expresó Castillo.
“Los permisos de transporte de pasajeros son entregados por la Seremi de Transportes, por lo que, si un vehículo que realiza este tipo de transporte de manera ilegal quisiera integrarse a la formalidad, debe realizarlo por esta vía”, señalan desde el Departamento de Tránsito de la Municipalidad de Maipú, estableciendo que la SEREMI es la principal responsable de hacer válida la solución propuesta por el gremio.
Actualmente, hay 5 paraderos informales en Maipú, ocupando principalmente la zona central de la comuna, los cuales son identificados por el municipio.
Al respecto, la Directora de Tránsito de Maipú, Anai Múñoz, señala: “Nos encontramos ejecutando un Plan de Ordenamiento Vial en la Plaza Maipú, que tiene por objetivo disminuir los accidentes, tanto vehiculares como peatonales, y los problemas de congestión en el sector céntrico de la comuna. Se abordan las faltas a la Ley de Tránsito más comunes, que se han logrado identificar en la intersección de 5 de Abril con Pajaritos y sus alrededores. Entre estas, está el cruce de peatones en lugares no habilitados, viraje de automóviles en zonas no permitidas y vehículos mal estacionados o detenidos en sectores no permitidos. Como municipalidad trabajamos para garantizar el adecuado desempeño y funcionamiento de este servicio en la comuna”.
Aumento en la competencia vial
La segunda gran problemática que vive el mundo de los taxis colectivos, es la que se denomina como “competencia desleal”, de parte de otros medios de transporte con los que comparten las calles.
El servicio de transporte RED o Transantiago, sería su rival más directo, al que se le acusa de no estar pensado para convivir con el taxi colectivo, dentro del gremio se cree que está, más bien, para reemplazarlo.
“Un gran porcentaje de los pasajeros de Transantiago no paga su pasaje, y como son prioridad en el sistema de transporte actual, nos perjudica. Es una traición, es una competencia desleal en contra del taxi colectivo”, comenta Héctor.
Al sistema actual de transporte público se suma a la competencia directa de los taxis y los autos de aplicaciones, por lo que, desde la CONTTRAMEN piden que se les incluya dentro del sistema de Transporte Público Mayor, donde está incluido el Transantiago.
“Desde 2013 somos parte de la nomenclatura de Transporte Público Menor, por lo que creemos que es una urgencia que hoy en día seamos parte del sistema mayor de transporte público y que podamos ver los mismos beneficios que el transantiago. Por ejemplo, tener nuestro público, avanzar en subsidios, tanto administrativo como operacional, para que no estemos compitiendo en desmedro uno del otro, sistema de pago y una modernización del mismo”, señala el presidente del CONTTRAMEN, Eduardo.
Este trabajo en conjunto, creen que va en favor de los colectivos y del usuario.
“Queremos fortalecer el rubro, por lo que una ayuda a nivel de Estado nos ayudaría mucho. Tenemos que mirar muy seriamente cómo nos agregamos al Transantiago, al Metro o a los nuevos trenes”, establece Sandoval, desde la CONATACOCH.
Una mayor intervención del Ministerio de Transporte es una solución propuesta por los diferentes actores de los taxis colectivos, y que podría ser una respuesta ante el tercer problema: “El orden interno del rubro en Maipú”.
Involucrar a las entidades estatales podría propiciar que la falta de orden interno sea el adecuado para mejorar el servicio y la experiencia del usuario. “Hasta octubre de 2019, esto estaba más ordenado, ya no hay control sobre los autos, ya no se vienen a controlar, no sabemos quiénes andan en los móviles y ¿cómo se soluciona eso?, con fiscalización”, agrega Víctor.
En este punto, el registro de los taxis colectivos que circulan por Maipú está bajo la Resolución N°522 del Ministerio de Transportes, la que establece a la “Hoja de Ruta” como obligación para poder transitar y llevar pasajeros.
El documento permite facilidad para la fiscalización tanto para los entes fiscalizadores, como para las empresas que contratan conductores. Esto, debido a que en la hoja de ruta se puede identificar el Número de la Línea a la que pertenece, datos personales del chofer, comuna, dirección del terminal, patente del vehículo, horario de servicio y las firmas y datos de los responsables de servicio.
Lo anterior, está normado por la Subsecretaria de Transportes desde el 8 de julio de 1993 y es un documento que hoy en día no se respeta ni se fiscaliza.
“Acá hay que trabajar en conjunto para hacer un ordenamiento en la calle, uno para los piratas y dos para que los choferes respeten el registro de la hoja de ruta”, afirma Caro.
Bajo el lema de “No queremos que muera el taxi colectivo”, los colectiveros creen que un mayor subsidio de parte del Ministerio de Transporte podría financiar mejoras en el equipamiento, en nuevas tecnologías y en una modernización del servicio.
“Cualquier modificación interna que nosotros queramos realizar va a depender de que hoy estabilicemos el sistema y le podamos garantizar a la gente que va a tener trabajo, si no existe apoyo, es difícil avanzar”, plantea Castillo, por su parte.
Es así, que en los últimos años se han podido identificar una serie de problemáticas y desórdenes en el rubro del taxi colectivo de Maipú, los que han afectado a la imagen de este tradicional medio de transporte, pese a las constantes peticiones que han denunciado los representantes del gremio, no han tenido una recepción adecuada, ni de la administración de Tomás Vodanovic, ni del gobierno de Gabriel Boric.
“Este gobierno se comprometió a legitimar el taxi colectivo dentro del sistema de Transporte Público, que hoy se está postergando. También el tema de la fiscalización, al igual que como se hizo con las motos, se debiese hacer con los taxis, nosotros estamos dispuestos a que nos fiscalicen, pero también háganlo con el informal”, afirma el presidente del CONTTRAMEN.
“La comunicación con la autoridad municipal ha sido muy mala. Hoy en día, cuesta un mundo reunirse con el alcalde, hace rato que en Maipú no se logran cimentar las cosas como corresponde. Responden en actos públicos, pero que se logre hacer un trabajo serio, no. Se les ha planteado realizar una mesa de trabajo para que definamos qué queremos en Maipú y hasta el día de hoy no se ha hecho”, finaliza el presidente de la CONATACOCH.
Al ser consultados por las problemáticas anterior mencionadas, desde la SEREMI y el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones no entregaron respuestas.
Desde las empresas, líneas y federaciones se han comprometido a entablar relaciones más estrechas con las autoridades, pero esperan que ellos cooperen de la misma forma para reencantar a los usuarios del taxi colectivo en Maipú.
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