Fue hace un mes cuando la Toma Independencia fue violentamente desalojada. La mañana del 11 de octubre, un contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros rompió el cerco perimetral y entró con un carro lanza aguas en medio de bombas lacrimógenas.
En el lugar habían niños, familias, enceres personales: vecinos. La noticia fue cubierta en vivo y en directo por La Voz, dando cuenta de múltiples abusos y violencia física en el procedimiento policial.
El desalojo se dio en el contexto del grave déficit habitacional en Santiago y el boom inmobiliario, que ha encarecido el precio del suelo e impide que miles de familias maipucinas puedan acceder a una casa propia.
Tras varias horas de gritos, peleas, forcejeo y mucha tristeza, finalmente los vecinos fueron desalojados y comenzaron un nuevo camino.
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Un nuevo camino
Inmediatamente tras ser desalojados, los vecinos llevaron parte de sus pertenencias a una plaza frente a los terrenos, por Camino a Rinconada. El saldo fue duro, 9 detenidos, entre ellos varios vecinos y hasta una asistente social que intentó mediar en el conflicto.
Al día siguiente se declaró la detención ilegal de la mayoría de los detenidos, quedando todos en libertad. Simplemente no había mérito.
Entre los detenidos estaba Rodrigo Polo Jilbert, el reconocido y polémico presidente del comité de allegados La Independencia.
Nuestro diario cubrió desde el primer día el detalle de la toma, exponiendo el tema habitacional y apoyando una sentida demanda ciudadana.
Sin embargo, al poco tiempo aparecieron críticas la figura del dirigente Rodrigo Polo, quien se hizo conocido por su rol de liderazgo en la toma de los terrenos y polémicas públicas, primero en las afueras del concejo municipal y luego en una «funa» pública a la alcaldesa Cathy Barriga en el Templo Votivo el 4 de octubre.
Esta última «funa» a la alcaldesa fue vista por algunos como un acción que tensionó más allá de lo necesario las relaciones con la Municipalidad de Maipú, creando una situación compleja con la primera autoridad que ese día celebraba el día del Adulto Mayor. A esto se suma la inviabilidad de poder levantar un proyecto habitacional en los terrenos a un costado del Hospital El Carmen, lo que fue leído por muchos al interior del comité como un error estratégico.
Esta situación también llevó a la mayor parte de los representantes políticos como la diputada Claudia Mix, concejales de la comuna, la Mesa Social Maipú-Cerrillos y otros actores cercanos inicialmente al comité decidieran alejarse paulatinamente del movimiento principalmente debido a resquemores frente a la figura de Rodrigo Polo.
Este y otros hechos llevaron a que el comité de vivienda que agrupa a más de 100 familias decidiera remover a Polo de la presidencia del comité. Un giro drástico, que llevó a un grupo de dirigentes a investigar más a fondo la trayectoria del dirigente, encontrando antecedentes que hicieron inviable que pudiera seguir a la cabeza del comité.
El domingo 27 de octubre recién pasado en una asamblea convocada por el mismo Rodrigo Polo, la cual se desarrolló en la sede del Colegio de Profesores de Maipú, se solicitó la renuncia a la presidencia, principalmente en base a su estilo confrontacional, la gestión a su cargo y malos tratos.
Fue el comienzo de una nueva etapa.
Los cuestionamientos a Rodrigo Polo
Distintos vecinos que son parte del comité, hicieron llegar a La Voz su testimonio, con la intención de exponer públicamente el comportamiento del renunciado dirigente, pero también como una forma de advertir sobre lo que una mala conducción puede provocar a un movimiento social.
Uno de los testimonios es el de José, integrante del comité. En el señala:
«En su gestión no fue capaz de desarrollar un proyecto habitacional como corresponde. Hacia reuniones la cual jamás decía para qué eran y cuando llegábamos al lugar nos dábamos cuenta que era para hacer escándalos tanto en la municipalidad como en Bienes Naciones y el Serviu«.
«Se le pagaba una cuota de 2.000 pesos mensuales los cuales eran para que el se movilizara y realizara trámites y en muchas ocasiones luego de pagarle dicha cuota al otro día aparecía con zapatos y zapatillas nuevas«.
«Cuando tenia que sacar documentos para el comité se hacia acompañar de algún vecino para que aquel vecino pagara ese documento. Ya estando en la toma lo acompañe a una reunión con ejecutivos de Serviu, donde me doy cuenta que le informa de los documentos que tenia que presentar para recién obtener un estudio de suelo por parte del Serviu. Días antes de dicha reunión, en una asamblea, había indicado a los integrantes del comité que esos documentos ya los tenia en su poder, cosa que jamás fue así».
José recuerda otros episodios que cambiaron radicalmente su opinión del dirigente:
«En un momento y debido a problemas personales fue tanta su alteración que intento lanzarme una botella de vidrio en la cabeza y las vecinas intervinieron. El día del desalojo yo fui quien lo despertó y llegamos al acuerdo con Carabineros de salir pacificamente del sitio. Teníamos una hora para salir, y de un momento a otro su transformó y comenzó a insultarnos y que si no hacíamos lo que el decía nos dejaría sin casa. Es más, a mí me tomaron detenido cuando yo pacíficamente estaba sacando mis cosas del terreno en compañía de mi señora. El día que le pedimos la renuncia, antes de firmar realizó amenazas e insultó a todos los que no lo apoyábamos».
Otro miembro del equipo, quien pidió la reserva de su identidad por miedo a represalias, confirma las denuncias de José:
«Hablamos con autoridades de la Municipalidad de Maipú, quienes nos corroboraron la información entregada por una vecina del condominio Lo Moreno, y agregaron que Polo agredió a funcionarias, realizó amenazas, faltas de respeto y constantes escándalos en la Municipalidad de El Bosque. Nuestros socios y futuros vecinos se encuentran muy desilusionados, fuimos todos engañados«..
El abogado Nolberto Salinas, quien prestó ayuda legal durante el desalojo y defendió a los vecinos al día siguiente de su detención, también entrega su versión de los hechos:
«Los socios del Comité de Vivienda La Independencia de Maipú hicieron una evaluación del trabajo que venía realizando Rodrigo Polo, y al advertir que no existía avance alguno, que no existía proyecto, que jamás se habían reunido con alguna EGIS o Entidad Patrocinante, tomaron la legítima y soberana decisión de pedirle al Presidente que diese un paso al costado. Entiendo que ahora están recuperando la vigencia de la Personalidad Jurídica del Comité, lo que les va a permitir fijar un plan de trabajo, que entre otras cosas comprenderá una serie de reuniones con el Serviu, con el Ministerio de Bienes Nacionales. Yo espero y creo que les va a ir bien»
La versión de Polo y su grupo más cercano
Rodrigo Polo fue consultado por La Voz ante lo cual señaló: «la carta de renuncia fue una carta exigida por un grupo de treinta vecinos. En el trabajo que realizamos en tres años fue un trabajo complejo, porque tenemos un municipio que no tiene planes ni programas habitacionales».
Rodrigo desaprueba el nuevo rumbo que toma el comité, que según su versión apuntaría a viviendas municipales con la ayuda el abogado Nolberto Salinas, y culpando principalmente al Municipio de Maipú de un perseguimiento a su figura.
Claudia Cancino es una de las dos vecinas que respalda la gestión de Rodrigo, y que mantiene una férrea defensa de su inocencia en todo este proceso. Asegura que entregará toda la documentación relacionada con su gestión a la nueva directiva y desea que el proceso del comité pueda llegar a buen puerto.
Claudia también acusa persecución por parte de la municipalidad, y seguimientos de camionetas municipales. Acusa que se actuó de espaldas de Polo. Culpa al abogado patrocinante del comité de esto. Reconoce que ella era el brazo derecho de Rodrigo y que trabajan codo a codo.
«Doy mi palabra que jamás vi recibir dinero a Rodrigo. Acá lo único que se está haciendo es perjudicar a Rodrigo, acá la administración siempre ha tenido un recelo hacia Rodrigo como dirigente, no tener nada con qué ser enjuiciado por temas concretos le complica a la municipalidad«, señala Cancino.
Natalia Briones también apoya la gestión de Polo, donde ella asegura que «él nunca quiso tener una compensación económica». Sin embargo confirma la cuota que existía para trámites y movilizaciones. Agrega la vecina que «él nunca actuó ocultando verdades, él siempre nos invitó a que leyéramos, al autoconocimiento, motivándonos para conocer más sobre el trabajo en las reuniones con SERVIU y la municipalidad«.
«En la última reunión que hubo se decidió sacarlo, echándole la culpa de todo, lo que en mi opinión no solo culpa de una persona, sino que somos todos parte de un grupo y todos somos culpables de cómo se deberían hacer o no hacer las cosas. No es sólo culpa del líder«, agrega.
Todos estos testimonios dan fe de la trayectoria y compromiso de Polo en todo este tiempo, sin embargo no hacen mención a los episodios de violencia, que nuestro diario pudo comprobar de primeras fuentes confiables, como una destacada dirigenta de la vivienda en Maipú quien intentó mediar en la situación y recibió una respuesta en groseros términos.
Hubo además un testimonio inicialmente a favor de Polo, el cual tras revisar los antecedentes en su contra decidió no apoyarlo.
Finalmente, el documento de renuncia consigna que esta se hizo debido a «problemas personales».
Más allá de las versiones a favor y contra, lo cierto es que Rodrigo Polo renunció al comité según documento adjunto, y todo parece indicar que comienza una nueva etapa en el Comité Independencia. También hemos confirmado que se han retomado conversaciones con la municipalidad y otros actores relevantes, como dirigentes relacionados con la vivienda en Maipú.
Esperamos sinceramente que esta nueva etapa permita a los miembros del comité alcanzar los objetivos que los convoca.
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