El pasado sábado 15 de marzo, se llevó a cabo la Primera Cumbre Regional de las Niñas en el Estadio Nacional, instancia organizada por Tremendas, fundación conformada por niñas y jóvenes mujeres entre 12 y 25 años, quienes se encargan del activismo social en materia de género, medio ambiente, inclusión, educación, ciencia, tecnología, salud, arte y cultura.
El evento reunió a decenas de mujeres de Latinoamérica y El Caribe, entre ellas varias representantes, lideresas y autoridades de todo el mundo para compartir y conectar, reconociéndose entre ellas mismas como protagonistas y agentes de cambio ante los desafíos actuales en la sociedad a través del activismo y la innovación.
Antonia Polanco, una destacada vecina de maipú de 16 años, es voluntaria en la Fundación Tremendas y presidenta del Consejo Consultivo de la Defensoría de la Niñez, llegando a ser prologuista1 del Informe Anual 2024 de la Defensoría.
En una entrevista exclusiva con La Voz, Antonia nos cuenta su historia y parte de lo que ha logrado durante su vida hasta ahora, siendo activista por la educación, los derechos de la niñez y la participación juvenil.

¿Por qué decidiste unirte al área de educación de Tremendas?
Yo conocí Tremendas por mi papá, que vio a la fundadora Julieta Martínez en televisión, y ahí me comentó que existía este grupos de niñas, de adolescentes, y las empecé a seguir en Instagram. Pasó un tiempo y me enteré que habían abierto convocatoria, entonces ahí postulé y finalmente quedé seleccionada para ser voluntaria, y me uní al área de educación en particular porque sentía que era la más afín a la poca o casi nula experiencia que tenía dentro del activismo.

Como obviamente yo estaba estudiando en el colegio, veía la convivencia escolar, la violencia que quedó después de la pandemia, que fue todo muy shockeante volver a clases, (…) problemas de bullying, de salud mental, después de tanto tiempo de cuarentena, y eso fue lo que me impulsó a querer hacer un cambio, y el área de educación era finalmente lo que me permitía hacerlo.
¿Y cuál ha sido tu rol en Tremendas?
Desde que yo entré en 2022 ha sido un largo camino hasta ahora. En 2023 me sumé al equipo de vocerías de la fundación, y ahí principalmente fue trabajar dentro del segundo proceso constituyente que se realizó. Fui la persona más joven en hacer una audiencia pública expresando las necesidades, también desde la educación, para que estuvieran presentes en la constitución.
Hay un montón de otras instancias que también me han servido mucho para crecer y para incidir en gente que está tomando las decisiones en el país.
Ahora también estoy aportando como coordinadora del área de educación, que fue la que me vio llegar, y también para potenciar a otras niñas que tienen un poquito la misma visión que yo tuve en 2022 a que puedan llevar a cabo distintos proyectos para impactar en sus comunidades más cercanas ojalá.
¿En qué consistió tu participación en la Primera Cumbre Regional de las Niñas?
La Primera Cumbre Regional de las Niñas es un hito muy importante porque es el primer evento que busca congregar a jóvenes mujeres de América Latina y el Caribe. Se hizo en la Plaza Alessandri del Estadio Nacional, y mi participación consistió en formar parte de un panel, que fue el bloque educación, junto a la rectora de la Universidad de Chile, Rosa Devés; a la fundadora de Travesía 100, que es una fundación que se dedica a todo lo que tiene que ver con vejez, que es Ximena Abogabir y junto a Florencia Saffirio de UNESCO2.
¿Y sobre qué pudiste compartir en la instancia?
El objetivo del bloque era conversar sobre la creatividad en la educación desde una mirada intergeneracional, entonces, mi labor ahí fue poner la visión de las niñas, de las jóvenes, de cómo nos inspiramos, de cómo nos gustaría aprender también, y del diagnóstico que se hace sobre la educación pública hoy en día, y cómo aspiramos también a mejorarla desde nuestras necesidades.
Estábamos todas sentadas en un escenario y ahí cada una iba compartiendo sus perspectivas. A mí me tocó hablar de las líderes que me inspiraban y en qué actitudes de ellas yo encontraba la creatividad, y ahí fui nombrando a distintas escritoras. Otras compañeras de Tremendas o expositoras que iban a estar ese mismo día en la cumbre, todas tenían una cosa en común, que era que, finalmente, no dejaban que todas las brechas de género, los estereotipos, o esas trabas que se nos ponen desde pequeñas, les impidiera ejercer su convicción clara y lograr sus objetivos y las cosas que se iban proponiendo.
Pasando a tu relación con la Defensoría de la Niñez, ¿en qué consiste el Consejo Consultivo de la Defensoría?
El Consejo Consultivo es un órgano que se encarga principalmente de asesorar al defensor de la niñez, y que está compuesto por niños, niñas y adolescentes, por personas de organizaciones de la sociedad civil y también por académicos de universidades reconocidas por el Estado.
Lo que hacemos es recolectar un poco la opinión desde nuestra perspectiva y la de nuestros pares para llevarla a esta asesoría en las consultas que nos tenga que hacer el defensor de la niñez o su equipo sobre distintas decisiones que deban tomar, políticas públicas o simplemente para recolectar aquellos temas de interés más urgentes.
Siendo la presidenta del Consejo Consultivo, ¿en qué políticas públicas has podido intervenir o participar?
Fuimos parte de la construcción de la Política Nacional de Niñez y Adolescencia. Ahí pudimos participar dando nuestra opinión sobre los temas prioritarios, y fue un trabajo conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia. También pude estar en una especie de grupo focal [focus group3] para el Gobierno Regional de Santiago, sobre cómo los niños, niñas y adolescentes percibimos la seguridad en la ciudad.
También, desde mi rol como presidenta, pude conocer un poquito más de Educa Niñez, que es un proyecto que tiene la Defensoría para educar a funcionarios públicos en materia de niñez, y ahí fui prologuista de su Informe Anual 2024, donde presentan la cuenta pública y además notas temáticas con las situaciones donde la niñez y la adolescencia necesita que se ponga el foco.
En el prólogo del Informe Anual 2024 de la Defensoría de la Niñez, indicas que, actualmente, enfrentamos una situación compleja para la niñez, ¿a qué se debe esto?
Lo principal, que lo rescato ahí un poquito también en el prólogo, es la cantidad de niños que han fallecido producto de armas de fuego y por la problemática de seguridad (…). Los niños, niñas y adolescentes no son ajenos a eso.
Se viven un montón de otras problemáticas que quizás no siempre están muy a la vista, como, por ejemplo, la salud mental, la convivencia educativa, el bullying, sobre todo para disidencias4 o para grupos que se han visto discriminados históricamente. Hay un montón de problemáticas a las que aún no se les presta la atención necesaria, pero que son cotidianas y que afectan el día a día de los niños, niñas y adolescentes e impiden también que ejerzan sus derechos.
Hablando de los temas que has tratado en tu activismo, sale el término de «educación inclusiva y no sexista», ¿en qué consiste esto?
Una educación inclusiva y no sexista es una educación integral que se le brinda a todos y todas las estudiantes. Educación de calidad donde se les permite desarrollar sus talentos sin ningún límite impuesto por el género o por alguna condición de discapacidad o por alguna condición de salud mental, sino que todos y todas son capaces de recibir conocimiento sin ese tipo de sesgos.
Y cuáles son los desafíos pendientes que, a tu juicio, tiene Chile en materia de educación no sexista e inclusiva
Yo creo que siguen existiendo brechas de género. Obviamente que ha existido un avance desde hace muchos años gracias a todas las que han luchado también por ello, pero en el aprendizaje, por ejemplo, las niñas en 3° básico más o menos dejan de creer que son capaces de desarrollarse en los campos STEM5, que son de ciencia, ingeniería, tecnología y matemáticas. Dejan de confiar en sí mismas y tienen este estereotipo en su mente de que ellas están hechas para las artes y humanidades, y que no pueden acceder tampoco a campos matemáticos o científicos.
Eso es algo importante de remediar, porque ya llegada la etapa universitaria, las niñas que crecieron con este pensamiento no se atreven o no ahondan quizás en despertar un talento que tienen oculto gracias a este estereotipo.
Otra cosa que también afecta son las brechas en la deserción escolar, que también es un tema urgente, y que principalmente son mujeres las que desertan por labores de cuidado, labores domésticas o por embarazos adolescentes.
Es importante que se implemente este tipo de educación para, volviendo al tema del inicio, encontrar los talentos presentes en Chile a temprana edad, porque deben haber demasiados en distintos campos, pero si no se impulsa a esos niños, no se potencia que puedan ejercer con libertad, entonces estamos perdiendo un montón de potencial para lograr un país más desarrollado o con más oportunidades.
Estamos educando a la ciudadanía del futuro, entonces no podemos perder esta chance de poder mejorar, desde la educación, que es como la base para el cambio, según yo y muchas compañeras activistas también, y nos estamos perdiendo una oportunidad tremenda.
También, dentro de lo que has manifestado, sale el tema de la educación sexual integral, ¿cuáles dirías tú que son los beneficios de implementar este enfoque?
Yo creo que lo que primero que hay que hacer es entender la educación sexual integral como un concepto súper amplio que involucra la afectividad, el reconocimiento de uno mismo, el autoestima y un montón de factores que es súper importante que obviamente se vayan adaptando a cada edad. Hay cosas que se pueden hablar quizás con adolescentes, que no son para que un niño de 1° o 2° básico lo entienda.
Entonces, la educación sexual integral, se implementa gradualmente de acuerdo a los conocimientos que requiere saber cada niño en sus distintas etapas y es útil para prevenir la violencia en el pololeo, la violencia sexual, para dar herramientas para identificar cuando algo está mal, para que cada persona sepa cómo debe actuar, y para que, finalmente, todos tengan esta capacidad de estar empoderados sobre su propio cuerpo y saber cómo enfrentarse a diferentes situaciones que se pueden dar a lo largo de la vida.
Teniendo en consideración todo lo que has realizado, ¿de dónde viene esta voluntad?
Es algo que me inspira y me motiva mucho. Yo creo que a lo largo de mi vida he sumado distintas experiencias que he reconocido como problemáticas, y darme cuenta que todos esos dolores individuales, en algún punto también son colectivos y que hay mucha gente que ha pasado por lo mismo o que tiene experiencias similares y que yo puedo hacer algo para impactar en eso y, finalmente, llegar a una solución es algo que me llena mucho.
Siempre hay gente que está en peor situación que uno y que no siempre tiene la capacidad de alzar su voz, entonces si yo puedo ayudar alzando la mía y también pavimentando un poco el camino para que después las generaciones que vengan lo puedan hacer, y obviamente para mi generación tener un mejor futuro, es algo que desde chica me ha motivado y siempre he sido muy de opinar, de decir lo que pienso sobre los temas, de participar y de hacerme escuchar.
Para ir cerrando, ¿tienes algún otro comentario que quieras agregar?
El consejo principal es a todas las niñas a que se atrevan a perseguir oportunidades, de que siempre uno si es lo suficientemente busquilla y se pone a investigar, va a encontrar ese lugar seguro donde una se pueda expresar desde las distintas habilidades que tenga, si es que es por el lado artístico, por el lado científico, por el lado humanista, hay mucha gente que comparte esos mismos gustos y no hay que sentirnos solas, siempre habrá alguna que esté dispuesta a estar con nosotras.
- Persona que escribe el prólogo de un texto. ↩︎
- Organismo de las Naciones Unidas para la educación, ciencia y cultura. ↩︎
- Método de estudio para investigaciones sociales ↩︎
- Refiriéndose a disidencias sexuales y de género, como la comunidad LGBTIQ+ ↩︎
- Por sus siglas en inglés: Science, Technology, Engineering and Mathematics. ↩︎
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