Como vecino y concejal de Maipú me mantengo en alerta frente a lo que está ocurriendo en la escena política nacional, remecido por las redes de tráfico de influencias del Caso Hermosilla y, en los últimos días, el sospechoso elevado sueldo de Marcela Cubillos en la USS (hoy candidata a alcaldesa por Las Condes), relacionado con un posible financiamiento irregular de campaña.
Si bien estas sucias prácticas no son novedosas, sin duda continúan profundizando la crisis de credibilidad y confianza en las instituciones, algo de lo que lamentablemente nuestra comuna no estuvo exenta en períodos anteriores. Antes del arribo de Tomás Vodanovic al municipio, las dos últimas gestiones se vieron involucradas en graves hechos de corrupción.
Por un lado, Christian Vittori y el mediático Caso Basura, donde si bien el ex alcalde (que hoy busca ser electo nuevamente en el mismo puesto) resultó absuelto por la Justicia, quedaron varias interrogantes sobre la forma de ejecutar las licitaciones públicas y otros traspasos de dinero cuestionables.
En tanto, la ex alcaldesa Cathy Barriga -con juicio en curso- será recordada por el evidente despilfarro durante su período que terminó con la Municipalidad de Maipú enfrentando un déficit de $31 mil millones (cifra dada por Contraloría) que se tradujo en infraestructura pública abandonada, 0% de inversión en SMAPA, calles destruidas y más.
Durante mis 10 años de trabajo en el servicio público, he tenido la oportunidad de denunciar diversas irregularidades cometidas al interior del municipio, principalmente lo sucedido durante la administración Barriga, visibilizando compras y gastos injustificados como los famosos peluches “Renacín” y “Smapina” que fueron adquiridos con dineros para Educación o el hallazgo de test de Covid-19 vencidos y mal uso de Fondos Covid, entre otros.
Actualmente, como concejal en ejercicio, he trabajado codo a codo junto al alcalde Tomás Vodanovic para avanzar hacia una entidad edilicia más transparente, proba y moderna, apoyando la incorporación de la Municipalidad de Maipú a la Alianza para el Gobierno Abierto (OGP) (que promueve la transparencia y participación ciudadana) o la alianza con Bloomberg Philanthropies, que nos permitió realizar el sitio “Datos Maipú” para que los vecinos pueden revisar todos los proyectos en ejecución, su estado y sus presupuestos.

Estas acciones innovadoras se suman a un riguroso orden de las finanzas y otros procesos internos que han realizado los equipos de trabajo, y que han dado positivos resultados, como el hecho de haber cerrado el primer semestre de 2024 con déficit cero en las arcas municipales.
Sin embargo, aún queda mucho por hacer, y en este contexto se hace urgente la necesidad de fortalecer el rol del concejal. Creo que es fundamental asignarle a este cargo mayores atribuciones que faciliten la tarea fiscalizadora que tenemos, con el fin de que nuestras acciones tengan un impacto directo, veloz y eficaz durante las gestiones en curso, y no esperar a que un alcalde termine su período para concretar denuncias fructíferas.
Se trata de un trabajo pendiente de parte del Poder Legislativo, al que le aprovechamos de hacer el llamado a brindarle al Estado las herramientas necesarias para protegerlo de las malas prácticas, incluso en el ámbito comunal, y a no quedarse en una constante pelea de trincheras.
Cuando hablamos de poner a Maipú Primero, nos referimos a cuidarlo, defenderlo, mejorar las acciones encaminadas hacia una mayor probidad y transparencia, junto con trabajar incansablemente por una comuna segura y ordenada, y con espacios públicos de calidad, donde se pueda convivir en armonía, enriqueciendo el trabajo comunitario con mayor participación y democracia.
Mi labor ha sido, es y seguirá siendo trabajar por el Maipú que soñamos junto a nuestras vecinas y vecinos. Siempre pondré a Maipú Primero.
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