No pude ver el debate de los candidatos a alcalde por Maipú en directo pues, además de sostener este medio de comunicación un poco díscolo, algo informal pero, ante todo, el más leído de todo Maipú, he devenido en el negocio de la publicidad. De hecho el redactor de un medio local conocido por su amor –furibundo, casi fatal- por Christian Vittori, me tildó de “el publicista de la derecha local”; obviando que dentro del negocio de la publicidad los colores políticos no existen. Y eso lo sabe muy bien, pues él, al igual que yo, trabajamos sin problemas con varios candidatos y de varios sectores.
Les decía que en vivo no lo vi, sin embargo recibí reportes y no precisamente de los conductores de los taxis colectivos, como un candidato de cuyo nombre prefiero no acordarme, propuso en el mismo debate que los choferes tuvieran conexión con carabineros, creando una especie de red de soplones o Gestapo. Los reportes eran similares: “Lavín sorprendió” – “La Mix se comportó como una dama” – “Albornoz andaba lucido” – “Vittori andaba mal vestido y no sentó correctamente”. No obstante el reporte más decidor fue el de un profesor pensionado del cual hablé en el primer párrafo: “Vittori estuvo más o menos no más”. Si él, el hombre que sabe más de historia local y que ha sido bautizado como el “Tano Pasman de Vittori” por su fanatismo declaraba eso, es que Vittori definitivamente no anduvo bien.
Al otro día vi el debate vía internet y la verdad es que me impresioné. Tenía la idea preconcebida que Vittori iba a arrasar con Lavín, pues el primero conoce mucho más la comuna. Sin embargo estuvo ansioso y dubitativo. Después, buscando las razones del desempeño de Vittori, me encontré con rumores que dicen que Rodrigo Velásquez, su jefe de campaña, lo preparó junto a Jaime Navarro y la gente de Maipú Televisión.
Otra cosa que me contaron fue que la DC había citado a Vittori, pues la idea era prepararlo con René Cortazar, ex Ministro de Transportes y quien se desempeñó como Presidente del Directorio de Canal 13. Sin embargo Vittori habría declinado el ofrecimiento optando por Navarro y CIA, en desmedro del economista, investigador académico y político.
LA CORBATA DE VITTORI
Quienes conocen a Vittori indican que es un reconocido fan de las corbatas. “Siempre ha sido bueno para usar traje y corbata”, me cuenta un cercano. Sin embargo alguien le dijo al candidato que no la usara para el debate. El consejo de “fashion emergency” incluyó una arremangada de las mangas de la camisa y optar por un tono blanco puro. ¿El resultado? El candidato se vio ancho, informal y desarreglado. Mientras los otros eligieron bien sus “pintas”, Vittori se equivocó medio a medio.
Christian Vittori es, en síntesis, un tipo con corbata de nudo grueso, con camisa, pantalón y chaqueta. Es un tremendo error intentar mostrar un Vittori que no existe, que no es y que nunca será. La gente se da cuenta y hasta pierde credibilidad.
La ventaja de Vittori se mantiene y el debate sirvió para que la Derecha tomara nuevos bríos. Hoy andan todos entusiasmados, con la moral en alto. Vittori en cambio, entra un estado de depresión, rodeado de “yes man”, muy similares a los que tuvo en su tiempo Roberto Sepúlveda.
Lo que queda claro es que para el debate del 11 de septiembre en Canal 13, Vittori deberá dejar de mirarse los cordones, levantar su vista y mirar hacía el cielo. Debe tener la suficiente humildad para reconocer que se equivocó, que debe asesorarse por profesionales de verdad y dar lo mejor de sí, para mostrarse como lo que es: el candidato con más altas opciones de suceder a Alberto Undurraga.
Por Nicolás Aravena – Director de La Voz y Empresario Publicitario
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