En 2006, bajo el paso nivel de Avenida Los Pajaritos con Camino a Melipilla, en terrenos fiscales en Maipú, comenzaron a construirse viviendas ilegales de material liviano. Sin embargo, vecinos del lugar aseguran que fue durante la pandemia cuando esta toma comenzó a crecer exponencialmente, y que hoy parece un condominio que estaría trayendo más de un problema para los residentes que tienen viviendas legales en el sector.
Cada cierto tiempo, alguna vecina o vecino de Maipú sube a las redes sociales un video exponiendo la toma, asegurando que alguna solución se debe dar para acabar con estas viviendas que han disminuido la calidad de vida de quienes viven cerca de ellas.
El matinal de CHV, Contigo en la Mañana, hizo un informe al respecto, donde recogió varias de las problemáticas que conlleva esta toma. En la nota emitida aseguraron que esta toma, que hoy parece un verdadero condominio, ha generado problemas con el desagüe, con el voltaje de luz, con un aumento de basura y un aumento de delincuencia en el sector.
Varios vecinos del lugar dieron su testimonio a CHV, en los que apuntaban a la injusticia que sentían, ya que su barrio, al que llegaron con bastante esfuerzo, se ha deteriorado por esta toma y sus habitantes, que, según los residentes aledaños, tienen luz y agua gratis.
Un elemento que no deja de llamar la atención de los vecinos de este asentamiento irregular, es que, si bien las viviendas son de material ligero, la mayoría cuenta con autos de alta gama. Por lo mismo, les parece aún más injusto que accedan a luz gratis, colgándose del alumbrado público y generando problemas de voltaje y peligros de incendio en el lugar.
Lo mismo con el agua, que, según los testimonios a CHV, muchas veces ve afectada su presión. Incluso una vecina alegó que a veces, durante la mañana, ni siquiera logra prender el calefont para usar el agua caliente por la que paga.
Además, sumando más elementos a la lista de la molestia de los vecinos y vecinas que viven cerca de la toma, aseguraron que muchos habitantes del asentamiento irregular dan las direcciones de casas cercanas para ciertos trámites, generando que maipucinos reciban cuentas, cartas judiciales y otro tipo de correspondencia a su domicilio, sin tener nada que ver con los destinatarios.
Si bien la correspondencia llega, los testimonios a CHV apuntan a que los servicios a domicilio, como deliverys o transporte, ya casi no se acercan al lugar por el peligro que puede significar entrar a la zona del campamento.
Bandas organizadas estarían lucrando con el campamento
Al no ser un asentamiento regular, no existe una organización clara entre los habitantes de la zona, pero al parecer ya tienen una dinámica interna.
La información que se maneja hasta ahora apunta a que hay grupos dentro del campamento que, injustamente, se estarían adueñando de algunos sitios para cobrarles a las familias para poder construir ahí, sabiendo que son terrenos fiscales no aptos para la construcción.
Lo anterior, porque además de no ser un lugar privado, está muy cercano a la autopista y a un canal que constantemente tiene riesgos de desbordarse.
Además, estos grupos funcionarían con violencia al momento de los cobros que hacen por construir y permanecer en la toma.
Los testimonios de residentes cercanos a la toma aseguraron que, efectivamente, se ha convertido en un foco de violencia, donde además de ruidos molestos, evidencian fuertes peleas, venta de drogas e incluso balaceras. De hecho, un vecino aseguró que incluso han habido homicidios, «seguramente un ajuste de cuentas», según él.
Cabe señalar que la pasarela de esta intersección, en Pajaritos con Camino a Melipilla, quedó en poder de quienes habitan ilegalmente en esta toma, por lo que los transeúntes ya no pueden hacer uso de ella para cruzar por ahí.
Cathy Barriga habría ayudado a desarrollar las construcciones
Según una vecina del sector que llegó mientras CHV transmitía en vivo, la principal culpable de que la toma se desarrollara fue la constructora que hizo el nudo vial de estas avenidas principales. «Tenían que hacer una plaza abajo, donde ahora está la toma, pero la empresa mágicamente quebró y nunca hicieron la plaza, entonces el espacio quedó vacío y se lo empezaron a tomar», dijo.
Sin embargo, apuntó a que hubo entidades importantes que ayudaron a que las personas construyeran sus viviendas ahí, asegurando que durante la administración de Cathy Barriga como alcaldesa de Maipú, camiones municipales llegaban con materiales para llevar a cabo las obras de construcción.
«Tal vez como medida populista quiso ayudar a las personas», reflexionó enojada la vecina, muy segura de su acusación.
Habitantes de la toma: «No nos metan a todos en el mismo saco»
En medio del despacho en vivo que hizo el matinal, llegaron ocupantes del campamento para desmentir algunas cosas y aclarar otras.
En primera instancia, algunas mujeres hicieron hincapié en que ellas trabajan, y que no todos los habitantes de la toma son violentos o están involucrados en temas de droga. «No nos metan a todos en el mismo saco», pidió con rabia una de las presentes.
Otro tema que tocaron fue el de la luz. Si bien todas aceptaron saber que estaban ocupando un terreno fiscal de manera ilegal, mostraron cuentas de luz, asegurando que hace meses la estaban pagando y que fue la misma empresa de Enel la que les habilitó eso, para regularizar el tema y evitar peligros eléctricos.
Además, una de las mujeres que vive en la toma descartó alguna vez haber recibido ayuda municipal para llevar a cabo las construcciones. «Yo vivo hace 5 años aquí y la muni nunca nos ha ayudado con nada», sentenció.
Finalmente, otra mujer dijo que se exageraba con el tema de la delincuencia, asegurando que ella todos los días llevaba a su hijo al paradero y que nunca le había pasado algo.
Municipalidad de Maipú asegura que está buscando solución definitiva
El alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, aseguró que cuando asumió el municipio, el campamento ya estaba constituido «con un montón de construcciones sólidas, y en muchos casos de hasta dos pisos».
«El esfuerzo que hemos puesto como municipio es en evitar la ampliación de este campamento. Sin embargo hemos visto la presencia de bandas criminales que se toman y venden los terrenos, extorsionando muchas veces a las familias y utilizando métodos violentos, lo que muchas veces ha dificultado la intervención municipal», sostuvo el edil.
De todas formas, Vodanovic aseguró que junto a Carabineros, están trabajando permanentemente en evitar la toma de terrenos, además de buscar «una solución definitiva o de largo aliento en coordinación con otras instituciones que nos permitan dar alternativas habitacionales para poder ir poco a poco desarmando el campamento».
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