Tener agua potable en Maipú es un verdadero lujo, pero también una enorme responsabilidad.
En La Voz hemos publicado constantemente notas sobre el Mapa de fugas de agua, y reclamos de vecinos sobre el mal estado de la red de agua potable en nuestras redes sociales.
Si bien siempre hay dudas sobre el estado del agua, el sarro, el nitrato, la presión del agua, lo cierto es no hay evidencia que indique un problema real en ese sentido. Esto salvo que el estudio que se adjudicó la Asociación Usuarios Defensores del Agua de Maipú traiga alguna sorpresa.
El principal problema hasta ahora en Smapa no es el agua, es su administración.
La administración pública en tela de juicio
Cuando se habla de lo público mucha gente piensa en el gobierno, La Moneda, los ministerios, burocracia, pero no siempre asocian lo público a las municipalidades.
La gente que trabaja en la Municipalidad y todos sus departamento SON FUNCIONARIOS PÚBLICOS, o al menos deberían comportarse como tales.
El problema es cuando partidos políticos, alcaldes, operadores o simplemente “apernados” usan estos cargos para enriquecerse sin tener las competencias ni las ganas para hacerlo bien.
Hace poco publicamos una serie de reportajes de investigación sobre lo que pasaba en la Dirección de Prevención y Seguridad Ciudadana (DIPRESEC), a raíz del cual desvincularon a la coordinadora en ejercicio.
Sin embargo, aún sigue el director a cargo, a quien identificamos como una persona ausente en su cargo, actualmente al parecer con licencia médica y también acusado de cobrar más horas extras de las que debería.
Hablando de horas extras.
Un informe de la Contraloría General de la República del año 2015 investigó a fondo el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Smapa) y encontró algunas cosas interesantes.
Los resultados arrojaron que los libros de asistencia eran firmados de forma anticipada, que funcionarios que no estaban en su lugar de trabajo y aparecían con firma de entrada o salida. Este informe también estableció que “el mecanismo de control de asistencia no garantiza la integridad y confiabilidad de la información que allí se registra”.
En palabras simples: la gente se había acostumbrado a cobrar horas extras como quien abre la llave y sale agua. Solo que en vez de agua, aquí salía platita.
Fuente en off afirman que el abuso de las horas extras en la Municipalidad de Maipú es tan grande que hay gente que se ha comprado casa o autos defraudando el sistema.
Si esto le parece exagerado, lo invitamos a echar una mirada a la página de Transparencia Activa de la municipalidad y revisar las horas extras de algunos funcionarios.
En La Voz revisamos con frecuencia esta página, y gracias a eso descubrimos –por ejemplo– que Santiago Cantarutti, el actual director de Maipú Seguro, llegó a ganar más que un subsecretario de gobierno: casi 8 millones de pesos. Varias veces más que incluso los médicos que trabajan en la salud municipal. ¿Por hacer qué?
Es la pregunta que muchos nos hacemos. Porque al menos cuando investigamos Maipú Seguro nos dimos cuenta que lo poco que se hacía se hacía mal.
¿Qué pasaría si alguien investigara el funcionamiento y cobro de horas extras en otras direcciones? Según nos informa una fuente, algo similar estaría pasando en la Dirección de Tránsito, donde aparece gente cobrando horas extras sin ninguna justificación, e incluso cobrando fuera de Chile. Esperamos pronto poder compartir los resultados de esta investigación en curso.
El artículo 11 de la ley 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado obliga al alcalde y sus jefaturas a ejercer control jerárquico permanente del funcionamiento de las unidades y de la actuación del personal bajo su dependencia.
En palabras simples: un alcalde no puede decir “yo no sabía”.
Su deber es saber.
Cuando escuchamos con sorpresa las palabras de nuestra alcaldesa sorprendida porque el “papel” que firmó no llegó a destino, y que luego gracias a este conveniente atraso una persona que debía ser despedida se zafó gracias a una licencia “trucha”, sentimos molestia.
Más allá de la responsabilidad de los mandos medios, son la jefaturas, las direcciones y -en última instancia– LA ALCALDESA o alcalde de una comuna los RESPONSABLES de cómo funciona una municipalidad.
El caso de Smapa es singular. Fuentes al interior del servicio nos cuentan que existen miles de solicitudes de reparaciones, pero que la prioridad está los cientos de reclamos que fueron “enviados” a la Superintendencia de Servicios Sanitarios.
Y en esto Smapa hace lo correcto. Porque si esos reclamos se suman y terminan sin solución, se corre el serio riesgo de que llegue la temida caducación de la licitación de Smapa y el servicio se abra a nuevos postores. Sabemos que Aguas Andinas tiene ganas, y sino no nos cree, consulte quién es el dueño del dominio www.aguasmaipu.cl.
Los funcionarios de Smapa tienen la experiencia y los conocimientos técnicos para hacerse cargo del agua. Lo que necesitan es que los recursos que generan vuelvan, y no se desvíen hacia destinos desconocidos o vayan a financiar una CODEDUC cuyos recientes escándalos generan dudas sobre su funcionamiento así como el manejo de los millonarios aportes que reciben desde la santaria.
En definitiva, la única persona que puede quitarnos el agua potable somos nosotros mismos. Ni siquiera por mala intención, sino por incompetencia de nuestras autoridades electas.
No es la primera vez que pasa esto. Con el exalcalde Alberto Undurraga Maipú vivió una situación similar, que llegó a que el “calvo” edil pidiera una reunión con el Superintendente para conversar la situación.
Si usted sigue con atención el instagram de nuestra máxima autoridad, sabrá que hace poco hubo una reunión de la alcaldesa con el superintendente. ¿Casualidad?
Las casualidades existen, pero cuando una municipalidad no ha realizado ninguna obra de servicio sanitario ya pagadas, la cosa es “sospechosa”, como dijo un famoso humorista.
Según el reconocido medio de investigación, Interferencia, “fuentes contactadas al interior del municipio aseguran que el dinero recaudado para llevar a cabo el plan de desarrollo se habría utilizado para actividades no relacionadas. Uno de los argumentos detrás de esta desviación del presupuesto sería apuntar a la finalización de la concesión para así privatizar los más de 8.000 litros por segundo que registra SMAPA en la Dirección General de Aguas”
Smapa corre peligro de ser privatizada, pero no porque oscuras manos lo estén tramando sino por la falta de vocación de servicio público de nuestros funcionarios, desde el cargo más alto hasta el último peón del tablero.
Sabemos que hay funcionarios probos, gente que quiere su cargo, que trabaja con cariño y que cuida los recursos públicos.
Pero también sabemos que hay apernados, gente sin competencias, como Ana María Cáceres, identificada por más de una fuente como operadora política de la UDI y al parecer sin las competencias adecuadas, al menos según la acusación que hace el concejal Donoso en reciente entrevista.
El destino actual de esta funcionaria es un misterio.
Un misterio similar al destino de Smapa en caso de no haber un profundo cambio de rumbo en cómo se administra.
Porque más allá de las fotos, del marketing y los matinales, la municipalidad es una organización compleja con miles de funcionarios que requiere una expertise en administración y un timón firme para que no naufrague.
El compromiso de nuestro medio es seguir dando cauce a las denuncias e investigando con rigor para exponer estas situaciones, y permitir que cambien, como fue el caso de Maipú Seguro y la CODEDUC.
Sobre todo, esperamos que todos hagan su trabajo correctamente: ciudadanos, funcionarios municipales, autoridades electas, medios de comunicación.
De lo contrario, corremos el riesgo que se cumpla el viejo refrán que dice “tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”.
La Voz de Maipú
PARA SEGUIR LEYENDO:
Ver parte del Informe de Contraloría General de la República sobre Smapa año 2015
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