Inaugurado el año 2019 en Maipú, Amaia Restaurante es -desde hace rato- uno de aquellos lugares imperdibles en la comuna. El Amaia es el invento de Iván Zambra, chef oriundo de Tongoy, quien ha desarrollado una carrera que rinde tributo a la cocina changa.
Ubicado en Avenida Central Gonzalo Pérez Llona, a pocos metros de Pajaritos, el Amaia es -en su entrada- un emporio y pastelería. Más adentro, un enorme salón anterior. Al fondo de la casona, lo mejor del lugar, un patio que hace las veces de terraza. Ahí sucede la magia.
Acudimos ayer. Un amigo (Sebastián Ávila), exEditor de LVDM, me invitó y aproveché de hacer un 2×1: conversar con un amigo que pagó mi cuenta (gracias Seba ❤️) y levantar una crónica para La Voz de Maipú. Partimos con un picoteo de machas a la parmesana ($12.990). Son 12 unidades y vienen de Tongoy, lugar de donde es originario Iván Zambra. Son hechas con vino blanco y parmesano. Vienen en una sartén, muy calientes e incluyen un limón que la da todo el toque.
Acompañamos la comida con una promoción de 2 terremotos por $7.000. Los vasos no eran enormes, pero por el precio nos parecieron más que bien. Rico el pipeño, bueno el helado de piña y un toque de granadina que hacían que el brebaje pareciera un jugo. Algunos podrían decir que le faltó un toque de amargor. Yo -dulzón declarado- no le pongo peros a la versión Amaia del terremoto.
Y llegamos al fondo. En Amaia tienen múltiples opciones. Quise ir por un Lomo al Chancho en Piedra, que es lomo liso con vegetales asados, papas doradas, chancho en piedra y sala de vino carmenere ($15.900), pero recordé que hace mucho que no comía mariscos del océano pacífico y fui por un Disco Mar y Tierra ($15.900), que es un cocimiento de carnes, ostiones, almejas, machas, choritos y camarones junto a unas papas doradas. Zambra trae los ingredientes de Tongoy, su tierra.
¿Qué decir del disco? Los ingredientes eran de calidad, los mariscos y las carnes estaban en su punto y la conjunción de los ingredientes, conformaban un plato que estaba simplemente delicioso.
Mi amigo, que es periodista, pidió unos fettuccinis al chinguillo ($12.900) que son unas pastas al huevo, ostiones, machas, almejas, choritos y camarones. Mismos ingredientes que mi disco, pero sin carnes.
Le pedí a Ávila que me enviara sus sensaciones del plato. Esto fue lo que me dijo:
“El primer recuerdo que se viene a la mente cuando llegan los fetuccines al chiringuillo es confuso, porque se mezclan los almuerzos en alguna caleta de la costa chilena con un plato de pasta preparado por mi abuela. El plato entra por tu nariz en cuanto lo ponen en la mesa. Ese olor inconfundible de mariscos como ostiones, choritos y almejas te abraza y te abre el apetito aunque el plato de entrada hayan sido 12 jugosas y blandas machas a la parmesana. La mezcla entre mariscos con una reducción de especias y la pasta se logra de forma perfecta en Amaia. Cabe destacar que la pasta es fresca y el toque de limón corona perfecto”, dice el Seba sobre su plato.
Nos comimos los platos con alegría. De verdad que estaban muy bien preparados. Los garzones dan buena atención y pensamos en ir por los postres. Sin embargo, Seba Ávila tuvo una ocurrencia. Habíamos comido todo y nos quedaba el caldo de los platos. Y Ávila, que es oriundo de El Abrazo de Maipú se iluminó: pidió unas sopaipillas mapuches; las 6 unidades tienen un valor de $6.500 y saben muy bien. Son sopaipillas, pero infladas (tal vez llevan levadura); son una especie de mix entre sopaipilla y pan amasado, así que las usamos para untar (o dejar limpio el plato). Arrasamos.
No fuimos por postre porque entre entradas, comida y sopaipillas quedamos sumamente satisfechos. Y ambos (más yo que él) somos de comer harto. Nuestro consumo promedio por persona rozo, con propinas, las 30 lucas por nuca, aunque convengamos que comimos de más.
En todo caso soy de los que piensa que a la hora de comer rico, el precio puede convertirse en un detalle si aquello por lo que pagaste tu sientes que lo valía. En Amaia esa máxima se cumple a la perfección. Es una propuesta gastronómica super sincera, hecha por un chef que en cada plato busca honrar sus orígenes y que promueve los ingredientes de su zona.
Fiestas Patrias en Amaia Restaurante: En plan “levanta muertos”
Los días de fiestas patrias (18, 19 y 20 de septiembre) el local ubicado en Avenida Central Gonzalo Pérez Llona 348, Maipú, estará abierto de 13 a 20 hrs. Al menú tradicional le van a añadir platos en plan de levantar muertos.
Con noches que se dibujan cargadas al trago, Amaia ofrecerá platos de esos que permiten recuperarse para seguir celebrando.
En conversación con La Voz de Maipú, Ivan Zambra, cocinero chango y mente tras el menú del restaurante nos cuenta que “lo que vamos a hacer, más que hacer lo que hacen todos que son choripanes, empanadas, anticuchos, nos vamos a ir por el lado de levanta muertos, paila marina, ceviche, caldillo de congrio. La idea es que la gente venga a pasar la caña a Amaia”.
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