Desde mediados del siglo XIX, surgieron movimientos sociales que trajeron con ellos varias demandas políticas asociadas al desarrollo económico del mundo occidental. Estos grupos sociales fueron los movimientos obreros que emigraron del campo a la ciudad buscando un mejor futuro.
Debido a esta migración campo-ciudad, comenzaron a generarse problemas de hacinamiento, insalubridad y explotación laboral que tuvo como consecuencia bajos salarios y malas condiciones para las y los trabajadores.
En ese contexto, proliferaron en Europa y Estados Unidos los movimientos de reivindicaciones sociales, entre ellos las agrupaciones de mujeres que exigieron garantías y derechos laborales para ellas y sus familias.
Aquellas mujeres se inspiraban en los ideales socialistas que invocaban los derechos de los trabajadores en general, luchando contra la explotación laboral y los abusos que esta explotación traía con ella.
Otra de las demandas históricas que surgieron de los movimientos femeninos fue el tan anhelado derecho a sufragio, algo que se consiguió en Chile recién en 1934 cuando las mujeres pudieron votar en las elecciones municipales, y más tarde en 1949 se concedió el derecho a voto a las mujeres para las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Pero, ¿cómo se instauró el Día de la Mujer Trabajadora?
La fecha conmemorativa se le atribuye a dos acontecimientos que tuvieron lugar en Estados Unidos. El primero ocurrió en 1857: una gran marcha de miles de mujeres se tomó las calles de los barrios mas adinerados de la ciudad de Nueva York en protesta por las miserables condiciones laborales de la época.
El segundo hecho ocurrió medio siglo más tarde, en 1908, cuando 40.000 costureras industriales de grandes factorías se declararon en huelga reclamando el derecho a formar sindicatos, mejoras salariales, jornadas de trabajo menos extensas, entrenamiento vocacional y la erradicación del trabajo infantil.
Durante la movilización, 129 trabajadoras textiles murieron debido a un incendio que se generó en la fábrica Cotton Textile Factory, en Washington Square en Nueva York. Los dueños de la fábrica encerraron a las trabajadoras para forzarlas a no salir del lugar de trabajo y que no participaran en la huelga, y también para evitar supuestos robos de insumos y prendas textiles.
A raíz de esta lamentable tragedia, las Naciones Unidas proclamaron en 1977 (70 años después) el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, ya que ambos sucesos ocurrieron alrededor de esa fecha. Este día tiene el objetivo de visibilizar la lucha de los derechos de las mujeres en las áreas políticas, sociales, culturales, familiares y económicas que las han afectado históricamente.
Esta fecha conmemora la histórica lucha de las mujeres trabajadoras y es un día de reivindicación internacional donde las mujeres de todo el mundo realizan una marcha o actividades para seguir mejorando la igualdad de derechos en un camino que aún hay mucho por conseguir.
La situación de la mujer en Chile
También en nuestro país las mujeres se incorporaron a los movimientos emancipatorios a través de la organización de sindicatos, por ejemplo, los «Centros Femeninos Anticlericales Belén de Sárraga», Clubes de Lectura o los sindicatos, entre ellos el de costureras que dio origen a uno de los primeros periódicos feministas (La Palanca, 1908).
De esta manera, tanto entre las obreras (como Esther Díaz de Valdés, del sindicato de costureras) como entre las mujeres de elite (como Amalia Errázuriz de Subercaseaux, fundadora de la Liga de Damas Chilenas), el derecho al sufragio y otras reivindicaciones de carácter feminista comenzaron a cobrar fuerza y a desarrollarse hasta alcanzar uno de sus principales demandas, el derecho a voto (1935-1949).
Estos logros y luchas han marcado un precedente en la reivindicación de las mujeres que han sido históricamente marginadas de la vida pública. Otro de los grandes logros de este movimiento fue la educación.
El 6 de febrero de 1877 después de años de cartas, publicaciones y demandas de parte de muchas mujeres que hubieran querido estudiar, se promulgó el llamado Decreto de Amunátegui (por Miguel Luis Amunátegui Solar, Ministro de Educación de la época) en el que se permitía que las mujeres rindieran exámenes válidos para incorporarse a los estudios superiores.
Hoy la lucha continúa, según cifras de la OCDE «las mujeres que trabajan en Chile ganan significativamente menos que los hombres. La proporción de mujeres que ganan un salario bajo es aproximadamente 1,6 veces mayor a la de los hombres en Chile y las mujeres tienen menos probabilidades de ascender a puestos directivos».
Pero no sólo la desigualdad laboral se experimenta en nuestro país, la lucha por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres ha sido la tónica durante los últimos años, donde las mujeres no tienen derecho a decir sobre sus cuerpos, ni mucho menos el Estado garantiza estos derechos a la mitad de la población.
Por otro lado, las cifras de violencia intrafamiliar y los femicidios no han disminuido en nuestro país, por el contrario; esta situación se acentuó durante la pandemia. Durante el primer semestre del 2021 se registraron 29.497 casos policiales de Violencia Intrafamiliar en el total país, lo que evidencia que los protocolos necesitan ser eficaces y concretos porque la violencia machista está lejos de disminuir en tiempos de pandemia.
Históricas: la marcha de un millón de mujeres
Más de un millón de mujeres se reunieron en Santiago el 8 de marzo del 2020, en medio de la pandemia, para marchar contra la violencia machista y la reivindicación histórica de sus derechos. La multitudinaria jornada fue destacada en los medios de prensa internacionales al estar dentro de las convocatorias más grande del mundo del 8M y ha sido por lejos, una de las manifestaciones más concurrida en toda la historia de nuestro país.
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