Para nosotros, personal de la salud, el uso de mascarilla es parte de nuestros implementos de trabajo. Desde que estamos estudiando nos inculcan su uso como protección universal, sobre todo los que hemos trabajado en un pabellón de cirugía.
La mascarilla se usa tanto como protección hacia nosotros, para no contraer enfermedades o protección para el paciente cuando se encuentra inmuno deprimido y podemos ser nosotros los que los podemos contagiar.
Existen varios tipos de mascarillas en el comercio, algunas con mas protección que otras, las más usadas son las mascarillas quirúrgicas, KN95, y de género.
Las consideradas más eficaces son:
- Quirúrgicas de 3 capas
- KN95
- De doble capa de algodón y polipropileno
- De doble capa de polipropileno
- De doble capa de algodón estilo plisado
Las menos eficaces:
- Vellones para cuello
- Pañuelo de dos capas
- De tejido de punto
La vida útil de la mascarilla dependerá del uso de esta, pues cualquier tipo, si se moja pierde drásticamente su protección. La quirúrgica puede durar hasta 4 horas, mientras que la KN95 en buenas condiciones hasta 48 horas como máximo.
Desde que comenzó la pandemia, el uso de la mascarilla se ha convertido en un artículo de uso masivo en todo el planeta y ha tenido repercusiones tanto positivas como negativas.
Se ha considerado un elemento indispensable para el control de la pandemia, mientras se use adecuadamente, tapando boca y nariz, que no pase del tiempo de vida útil y no se moje. Este tipo de protección tan importante va acompañado con la distancia social y buen lavado de manos al colocar y sacar la mascarilla.
Además de la protección de contagio de coronavirus, han disminuido en forma notable otras enfermedades respiratorias en niños y adulto mayor, como la influenza, virus sincicial, gripes, entre otro, que se transmiten de igual forma que el COVID-19.
Como buena medida de parte de las autoridades de salud, se debiera exigir el uso de mascarillas durante el tiempo que aumentan estas enfermedades que colapsan los servicios de urgencia, aumentan las hospitalizaciones y muertes de menores y ancianos.
El gran problema del uso masivo de las mascarillas, es la mala eliminación que se les da, ya que una mascarilla que usó un enfermo de Covid contiene una gran carga viral y pude durar el virus entre 3 a 7 días, y a pesar de ello se encuentran tiradas por todos lados de la ciudad, aún cuando pueden contagiar a una persona que la recoja para eliminarla o a las personas que barren las calles y parques.
Asimismo, estas mascarillas pueden colapsar los recolectores de lluvias y provocar inundación de las calles, e incluso pueden terminar en la contaminación de las aguas marinas, un enorme daño ecológico, ya que una mascarilla puede tardar hasta 400 años en degradarse y si consideramos que en el mundo se botan cada día alrededor de 3400 millones de mascarillas… Nuestro planeta, ya está bastantemente dañado como para agregar más basura al ecosistema.
En ese sentido, la manera adecuada de eliminarlas es botarla en bolsas pequeñas bien atadas y luego a la basura doméstica, y si se la cambia fuera de casa, guardarla en una bolsa cerrada dentro de la cartera o bolsillo, para eliminarla en basura casera más tarde.
Por otra parte, un problema más a causa del uso de mascarillas es la comunicación, la cual se hace más difícil porque tenemos que aumentar la intensidad de la voz para que nos escuchen, ya existen estudios que la voz puede disminuir en 10 decibeles con el elemento de protección puesto.
Al forzar la voz, nos lleva a molestias, como picazón de garganta, sensación de cansancio de las cuerdas vocales o carraspeo, situación transitoria que cede al descansar la voz. A esto se le suma que el interlocutor, no es capaz de ver nuestros labios mientras estamos hablando y solo se tiene que limitar a lo que escucha sin poder visualizar expresiones y gesticulaciones.
Por último, también apunta a aquellos grupos, como adultos mayores y personas con discapacidad auditiva, quienes se han visto más afectados por esta situación. Para ellos el lenguaje de señas, la lectura labial y la gestualidad son muy importantes. Se recomienda al momento de dirigirse a estas personas, aumentar la gestualidad, ayudarse con las manos y buscar otras alternativas para expresar una idea.
A pesar de todas estas dificultades, es necesario considerar no interrumpir el uso de la mascarilla que ha sido tan importante para el control del virus, pero tengamos conciencia con nuestro planeta y preocupémonos de eliminarla como corresponde.
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